La segunda ronda de negociación que tendrán el gobierno nacional con la guerrilla del ELN incorporará un elemento que es fundamental para la terminación del conflicto, el desescalamiento del mismos entre ambas parte
Eso obliga a que tanto el gobierno como el ELN discutirán sobre la base del Derecho Internacional Humanitario, que en la práctica a que las partes en conflicto deben respetar a la población que es ajena a la confrontación.
Tras el cierre del ciclo el pasado seis de abril, y con la Semana Santa ya en su plenitud, no se han conocido de acciones terroristas, que significaría un gesto positivo en medio de una relativa tregua. Esto no sería suficiente, porque el ELN en la actualidad aún tiene a dos oficiales de la Policía secuestrados, ellos retenidos fuera de servicio.
El secuestro fue precisamente el tema que mantuvo por varios meses detenido el inicio del proceso de paz, y esto llevaría a que precisamente en el ciclo de mayo próximo la insurgencia anuncie que deja definitivamente al secuestro como un mecanismo de su accionar, especialmente con los fines de extorsión para financiar su actividad delictiva.
Este es precisamente el imperativo que ha tenido el jefe negociador del gobierno, el exministro Juan Camilo Restrepo, quien sostiene que el desescalamiento humanitario de la confrontación será indispensable para que tengan resultados positivos esta negociación.
Quedan aún tres semanas para que los dos equipos negociadores se vuelvan a sentar, tiempo que le vendría bien a la mesa que el ELN frene sus acciones militares.
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