Ocho policías colombianos murieron el miércoles al estallar un explosivo cuando custodiaban a un equipo dedicado a la restitución de tierras en una zona del noroeste del país.
Así lo informó el director de esa fuerza, general Jorge Nieto, quien en un mensaje en Twitter condenó el "acto de barbarie en Urabá en el que perdieron la vida nuestros policías".
A su vez en un comunicado la policía explicó que a las 8:20 de la mañana (1320 GMT) "se registró un ataque contra nuestras unidades policiales que realizaban labores de acompañamiento a una unidad nacional de restitución de tierras e interiorismo, con saldo parcial de ocho policías muertos y un vehículo de la institución afectado por la detonación de un artefacto explosivo".
No se dieron más detalles sobre el tipo de explosivo utilizado.
En la caravana también se desplazaban dos vehículos donde se encontraban varios miembros de la oficina de restitución de tierras.
De inmediato se designó a una comisión para "ubicar y capturar a los responsables lo antes posible", informó la policía.
En la zona donde se registró el ataque opera el Clan del Golfo, la principal red de narcotráfico de Colombia.
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