Colombia, azotada por un conflicto armado de medio siglo y segundo país con más desplazados internos, registró poco más de 142.000 casos de personas expulsadas de sus hogares en 2013 por la violencia, el menor número desde 1997, según un informe oficial divulgado este miércoles.
Entre 2012 y 2013 los desplazamientos se redujeron un 31%, al pasar de 206.504 a 142.181, indicó el reporte de la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas del gobierno colombiano, difundido en el marco de la XV Conferencia de la Organización Internacional para el Estudio de las Migraciones Forzadas, que se realiza esta semana en Bogotá.
La tendencia a la reducción de los desplazados viene siendo constante desde 2011, cuando se situó en 225.808 personas.
El mayor pico de desplazamientos, con 611.084 casos, se registró en 2002, debido al "fortalecimiento de los grupos guerrilleros y las autodefensas en varias zonas del país", señaló el texto, titulado "Desplazamiento y crisis humanitaria 2012-2013".
Asimismo, el informe detalla que "de acuerdo con el Registro Único de Víctimas, con corte al 1 de abril de 2014, hay un total de 6.372.539 víctimas del conflicto armado y violencia generalizada en Colombia. De éstas, el 87%, es decir 5.537.883, corresponden a víctimas de desplazamiento forzado".
Los datos más antiguos recogidos sobre desplazamiento interno en Colombia datan de 1997.
Según un reciente informe de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, Colombia es el segundo país del mundo con más desplazados internos (5,3 millones de casos), después de Siria (6,5 millones).
El conflicto armado colombiano, en el que a lo largo de cinco décadas han participado guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha, bandas de narcotraficantes y agentes del Estado, ha dejado también cientos de miles de muertos.
Desde noviembre de 2012 el gobierno de Juan Manuel Santos adelanta en Cuba diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal guerrilla del país, con el objetivo de poner fin al conflicto.
A principios de junio, Santos, reelecto hace un mes para un nuevo mandato de cuatro años, anunció el comienzo de conversaciones en ese mismo sentido con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), segundo grupo rebelde de Colombia.
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