Durante su primer discurso como presidente, Iván Duque Márquez ratificó varios de los planteamientos que utilizó en su campaña. Uno de ellos, que mantenía al pueblo colombiano a la expectativa y a la comunidad internacional, estuvo relacionado con el proceso de paz con el ELN, que hasta ahora se mantiene en vilo al no poder concretar un cese al fuego bilateral con el ahora expresidente Juan Manuel Santos.
“Durante los primeros 30 días de nuestro gobierno vamos a realizar una evaluación responsable, prudente y completa del proceso de conversaciones que durante 17 meses se ha adelantado con el ELN. Nos vamos a reunir con las Naciones Unidas, la Iglesia Católica y los países que han venido apoyando dicho proceso, para que en el marco de la independencia y la institucionalidad del Estado, compartan con nosotros el balance acerca del mismo. Quiero dejar claro que un proceso creíble debe cimentarse en el cese total de acciones criminales, con estricta supervisión internacional, y tiempos definidos. Queremos avanzar pero el pueblo colombiano no tolerará que la violencia sea legitimada como medio de presión al Estado”, ratificó el presidente.
Mientras tanto, el ELN mantiene secuestradas a seis personas como una manera de presionar al Gobierno para que continúe las negociaciones, tal y como ellos mismos lo comunicaron a través de sus redes sociales, y no se descarta que los próximos días realicen otras acciones violentas.
Eduardo Pizano Narváez, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, afirma que si el ELN asume una posición de violencia como la que ha venido teniendo cuando quiere presionar al Gobierno para que ceda a sus pretensiones, va a ser difícil que vaya a haber una continuidad del proceso con este grupo armado.
“El presidente lo que da es un margen de espera para hablar en detalle con la gente que estaba en el proceso de negociación y tomar una decisión, pero fue claro en decir que tiene que haber una decisión real del ELN de dejación de armas y de cese al fuego”, agrega el analista.
Carlos Andrés Arias, consultor político y docente de la Universidad Externado, añade que con el discurso de Iván Duque sobre el ELN, el nuevo presidente sentó un precedente importante porque envió un mensaje de que no hará negocios con grupos armados en medio del conflicto, como sucedió con las FARC, porque fue claro en decir que mientras no cesen los actos terroristas no se sentará con ellos.
El analista y docente de la Universidad Central Jorge Yarce Tamayo afirma que lo dicho por Duque demuestra que el país está en un nuevo contexto y ratifica que no va ceder en temas de seguridad.
“Demuestra que es un Gobierno que quiere construir la paz con todos los colombianos, pero reconociendo que hay que cumplir con la justicia y la reparación integral. En esa garantía, le acaba de enviar un mensaje muy claro al ELN: si desean negociar, la negociación debe ser en el marco del reconocimiento de sus delitos y en el marco de una verdadera justicia, que restaure el daño a las víctimas y que reconozca su papel en el conflicto”, señala Yarce.
Pero el mandatario también mantuvo durante su discurso el tono conciliador e invitó a todos los colombianos a unirse y dejar atrás la polarización que ha caracterizado durante los últimos años al país.
“Quiero gobernar a Colombia con valores y principios inquebrantables, superando las divisiones de izquierda y derecha, superando con el diálogo popular los sentimientos hirsutos que invitan a la fractura social, quiero gobernar a Colombia con el espíritu de construir, nunca de destruir”, dijo Duque en su discurso.
El presidente añadió que quiere que en Colombia todos puedan construir la paz, no sin dejar de lado que quiere hacer correctivos a los acuerdos de paz con las FARC en sus fallas “estructurales”, para que las víctimas tengan una reparación “moral, material y económica” por parte de sus victimarios.
En este sentido, Arias señala que el discurso de Duque fue el de una persona técnica, de un presidente que entiende las responsabilidades que tiene, pero que contrasta con el presidente del Senado, Ernesto Macías, por el tono que utilizó durante su posesión.
“Una cosa es el discurso del presidente de la República, Iván Duque Márquez, quien habló de políticas públicas, y otra cosa muy diferente es lo que propone el presidente del Senado, que es la bancada dirigida por el expresidente Álvaro Uribe. El contraste es muy fuerte entre lo que políticamente va a poder hacer el presidente y lo que políticamente quiere hacer el presidente”, sostiene el experto.
Eduardo Pizano Narváez asegura que con lo dicho en su primera intervención pública, el presidente demuestra que quiere un país unido. “Pasar un poco la página de la polarización que ha existido, que nos pongamos de acuerdo en temas fundamentales, en temas de equidad, de justicia, de seguridad y ponernos de acuerdo para sacar adelante el país”.
Por su parte, Jorge Yarce concluye que “el mensaje que está trasmitiendo Iván Duque es un mensaje de reconciliación, de vencer las rupturas ideológicas y las brechas políticas para crear un nuevo proyecto de país. Está buscando una nueva visión de nuestro país, cambiar el paradigma de la explotación de recursos naturales no renovables y pasar a una economía de manufactura, le está diciendo a los colombianos que tengan un profundo sentimiento de esperanza a pesar de la adversa circunstancia en la que nos encontramos el día de hoy”.
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