La defensa del ganadero Santiago Uribe radicó este jueves el documento en el que se sustenta la apelación de la acusación hecha por la Fiscalía al hermano del expresidente Álvaro Uribe, por su presunta relación con el grupo paramilitar, conocido como ‘Los 12 Apóstoles’.
El abogado Jaime Granados, quien defiende los intereses de Uribe Vélez, espera que el despacho de la vicefiscal María Paulina Riveros, tumbe la resolución de acusación, proferida por el Fiscal Décimo Delegado ante la Corte Suprema de Justicia, medida que obliga a Uribe a asistir a un juicio, por los delitos de homicidio y concierto para delinquir.
Anteriormente, el abogado había anunciado que iban a apelar la decisión, sin embargo, hasta este jueves se radicó oficialmente el documento bajo el radicado 13799-10.
En la apelación, Granados había anunciado que iba a cuestionar la veracidad de varios testigos, como el de un ciudadano con asilo político en España, identificado como Eunicio Alfonso Pineda, quien declaró ante la Fiscalía que él fue víctima de torturas por parte de ese grupo ilegal, y durante inicios de los años noventa observó cómo operaba dicha fracción paramilitar.
Según dijo Pineda Luján, él trabajaba como campesino en una finca en Yarumal (Antioquia), en cercanías a la finca La Carolina, la cual -se dice- pertenece a Santiago Uribe Vélez. Cuando desempeñaba sus labores, el campesino habría escuchado como se planeaban los homicidios de las personas que eran calificadas como “auxiliadoras de la guerrilla”.
Aunque este es uno de los testimonios a los que la Fiscalía le da mayor credibilidad, la defensa de Uribe, en cabeza de Jaime Granados, reitera que Pineda sufre de problemas mentales, por lo que este testigo no debería tener relevancia.
“El señor Eunicio Alfonso Pineda Luján se le califica como el testigo clave, sin reparar, entre muchas otras cosas, que se trata de una persona que tiene una grave enfermedad mental, como se constata en la historia clínica de una prolongada hospitalización que tuvo en el Hospital Mental de Antioquia, en donde se le diagnosticó esquizofrenia paranoide”, señaló anteriormente el abogado Jaime Granados.
Ante los señalamientos de la defensa de Uribe, la Fiscalía dejó constancia en la acusación de que una comisión del Instituto Nacional de Medicina Legal viajó hasta España, para corroborar el estado mental de Pineda.
Tras examinar al testigo, la entidad estableció que él se encontraba en capacidad de testificar, y su alteración mental, se habría producido por algún antecedente traumático.
EL MAYOR (R) MENESES
El caso puntal por el que Santiago Uribe Vélez se encuentra recluido en una guarnición militar en Rionegro (Antioquia), corresponde a su presunta participación en el homicidio de un conductor de bus escalera, identificado como Camilo Barrientos Durán, quien falleció el 25 de febrero de 1994, en Yarumal.
Según los testimonios obtenidos en este proceso, el conductor víctima del ataque era señalado por parte de 'los 12 apóstoles' de ser colaborador de los grupos guerrilleros de la zona, de acuerdo a las investigaciones, el accionar de este grupo paramilitar buscaba eliminar a varios ciudadanos, con el apoyo de la fuerza pública de la zona, en lo que ellos consideraban una “limpieza social”.
Uno de los integrantes de la Fuerza Pública, quien es calificado como otro de los principales testigos del ente acusador, es el mayor (r) de la Policía Juan Carlos Meneses Quintero -condenado por el homicidio-, quien para el momento de los hechos fungía como comandante de la Policía en Yarumal.
Meneses indicó la presunta relación de Uribe Vélez con el mencionado grupo paramilitar, a tal punto de señalarlo como el jefe de esa agrupación ilegal, ante esto la defensa de Uribe señala al exoficial de haber mentido en reiteradas oportunidades.
“El señor Juan Carlos Meneses Quintero, nuevamente se presenta como ‘el gran testigo’, cuando ha sido de público conocimiento que esta persona lanzó falsas acusaciones en contra de la doctora Dilian Francisca Toro y con posterioridad tuvo que retractarse de las mismas. En el caso de Santiago Uribe Vélez la defensa ha podido constatar que Meneses Quintero ha mentido, por lo menos, en 22 aspectos distintos de su declaración”, señaló Granados.
LOS TESTIMONIOS DE PARAMILITARES
El pasado 2 de febrero fue escuchado el exjefe paramilitar Daniel Rendón Herrera, alias 'Don Mario', quien manifestó a la Fiscalía la relación de Santiago Uribe con los grupos paramilitares de la época.
Salvatore Mancuso indicó también ante la Unidad de Justicia y Paz, que Santiago Uribe era el jefe de 'Los 12 Apóstoles', y que tal grupo se caracterizó por sus constantes "limpiezas sociales".
Ante los señalamientos de los exjefes paramilitares, la defensa de Uribe le atribuye dichas acusaciones a una represalia a las acciones del expresidente Uribe contra ellos.
“No se entiende como la Fiscalía pretende darle credibilidad a personajes como Salvatore Mancuso, Diego Fernando Murillo, Daniel Rendón Herrera y Pablo Hernán Sierra García, que no sólo tienen en común el ser testigos de oídas, de lo dicho por personas ya fallecidas, sino también el que se encuentran tras las rejas, pagando prolongadas condenas, en Colombia y en Estados Unidos, por la decidida persecución que contra ellos ordenó el doctor Álvaro Uribe Vélez mientras fue Presidente de la República”, dijo Granados previamente a la presentación de la apelación.
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