Pocas veces en el Congreso de la República una actividad inicia temprano, pero este miércoles fue la excepción cuando se realizó el esperado debate sobre paramilitarismo, en donde el hoy senador y expresidente Álvaro Uribe Vélez era el protagonista y así lo fue.
La cita era a las 8:30 de la mañana y desde esa hora todo ya estaba previsto y los protagonistas del mismo empezaban a llegar. El primero fue el citante senador del Polo Democrático Iván Cepeda, quien esperaba ansioso en el salón de plenaria del Senado.
El otro protagonista, el senador Uribe, ya estaba en el Congreso, unos pisos arriba del salón de la sesión y esperaba junto a su bancada de senadores que arrancara el debate.
La hora cero llegó casi sobre las 10:00 de la mañana, cuando todos los interesados estaban presentes, Cepeda con la bancada del Polo, Uribe con sus senadores y el Gobierno a la cabeza del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien horas después se volvió otro de los referentes del llamado debate del semestre.
Pero con el inicio del debate, Uribe ya se aprestaba a seguir con el segundo punto de su libreto, el retirarse por primera vez de la sesión con la advertencia que lo hacía para irse a la Corte Suprema a llevar más pruebas contra su contradictor, Iván Cepeda.
En tanto en la sesión, el senador del Polo daba continuidad a un intervención de hora y media, en donde con videos, diapositivas, fotos y hasta audios, en los cuales quería mostrar el supuesto vínculo del exmandatario con los grupos del paramilitarismo.
En el salón, los congresistas uribistas contrario a su disciplina que ha mostrado en sesiones anteriores fueron quienes más estuvieron intermitentes en el mismo, por un lado las senadoras Paola Holguín y Tania Vega, quienes son integrantes de la comisión por el Centro Democrático se salieron por considerar que era un irrespeto el mismo contra su jefe Álvaro Uribe, y los demás senadores de ese partido entraban y salían.
Ya sobre el medio día y cuando Cepeda terminaba su larga exposición, en donde según él se mostraron las pruebas del vínculo de Uribe con los paramilitares, al salón volvió el expresidente Álvaro Uribe, y nuevamente acompañado de la mayoría de sus senadores que llegaron como se dice popularmente en 'patota'.
Y casi de inmediato el senador Uribe dio paso al tercer paso de su libreto, hacer una intervención emotiva por cerca de 90 minutos, en donde volvió a hacer uso de sus intervenciones agitadas que le destacaron durante sus dos presidenciales.
Uribe se defendió, criticó, subía la voz, se levantaba, se volvía a sentar y su monólogo seguía, incluso para recordar episodios particulares que vivió él con algunos de sus contradictores como el hoy ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, el senador Juan Manuel Galán y el senador y presidente de la comisión Jimmy Chamorro.
Y con una declaración en la que acusó al senador Chamorro de haberse financiado con dineros del narcotráfico, Uribe se volvió a ir de la forma como lo hizo en la primera parte del debate, sin escuchar a nadie, con todos sus congresistas y devolviendo a algunos de ellos minutos después. El raudo y veloz se fue para su oficina al tercer piso del Capitolio en donde seguía de lejos el debate.
Pero en la sesión casi de inmediato y con una molestia evidente, el Ministro del Interior le respondió al senador Uribe y le exigió respeto a la figura del presidente Juan Manuel Santos, y le acusó que en su estilo tradicional, Uribe tiende cortinas de humo y no escucha a sus contradictores.
La tarde comenzaba y con ella el interés de senadores y representantes de otras comisiones crecía, por lo que empezaron a llegar a la sesión.
Pasadas las tres de la tarde los ánimos se volvieron a subir y fueron a causa de la senadora Claudia López, quien en su estilo de lenguaje, que se le conoció cuando era analista, usó términos duros y fuertes contra Uribe. Le dijo que “huye por las alcantarillas como las sanguijuelas”.
De inmediato su comentario pareció incendiar los ánimos de los senadores uribistas, quienes por intermedio de Alfredo Rangel, en replica pidió respeto.
La importancia del debate obligó a que las plenarias del Senado y la Cámara se cancelaran para dar paso al desarrollo del debate. Los ánimos se alborotaron otra vez y el senador uribista José Obdulio Gaviria respondió a los contradictores, que pese a los gritos y ánimos exhaltados “lo único que parieron fue un ratoncillo”.
Más adelante el veterano senador Horacio Serpa Uribe tomó la palabra, y eso siguió agitando el ambiente. Y en su estilo tradicional dijo que llegó al debate seguro que iba a controvertir con Álvaro Uribe “porque es un gallo de pelea”, pero con un gesto de sorpresa y algo de sarcasmo de inmediato dijo “Uribe no resultó tan gallo de pelea como lo catalogué siempre”.
El debate siguió por un par de horas más y casi con la caída de la tarde se acabó y con él cerró el libreto de la estrategia de Álvaro Uribe, en donde logró, otra vez, tener el protagonismo y ser el referente principal.
Por Argemiro Piñeros Moreno
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