El optimismo y la confianza por lo que pueda estar pasando en La Habana (Cuba) entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc llegó a Naciones Unidas. Esa es la razón por la cual la oficina del Coordinador Residente y Humanitario del Sistema de Naciones Unidas en Colombia, y su representante Fabrizio Hochschild, lanzarán este miércoles a las 7 de la noche, en la terraza del Planetario de Bogotá la campaña 'Respira Paz'.
Este es un claro mensaje no solo para quienes están inmersos directamente en el conflicto, sino dirigido a todas las personas para que la paz se viva en los hogares, en las familias, con los vecinos… La idea es que todas las personas antes de incurrir en hechos de violencia paren, respiren y actúen en paz.
Esta es la primera inversión que en este sentido hace Naciones Unidas en Colombia, la misma que alcanza los 2 millones de dólares, a los que se suman 500 mil dólares más aportados por el Gobierno de Noruega.
De esta campaña y de su visión sobre le proceso de paz con las Farc habló con COLPRENSA Fabrizio Hochschild, quien consideró que “este es el compromiso de Naciones Unidas con la construcción de paz”.
¿En qué consiste la campaña?
Esto es muy importante, es un gran esfuerzo por la paz. Lo hacemos gracias a un aporte financiero de un Fondo de Naciones Unidas que está destinado para ayudar a países que están saliendo del conflicto. Esta es la primera inversión de este fondo en Colombia.
¿Cómo se consiguió?
Se logró gracias al aval del Comisionado de paz.
¿Qué se busca con esta campaña?
Mire, en Colombia a veces se trata la paz como si fuera algo exclusivamente político, un tema de polarización, o un tema exclusivo de la mesa de negociación de paz en La Habana. Pero la paz va más allá: la paz es un valor ético, humano y algo que nos ayuda para que prosperemos como individuos y como sociedad. Eso es muy obvio, y por eso se nos escapa en muchas oportunidades. Queremos darle a paz ese valor social, ese valor humano.
¿Por qué ‘Respira paz’? ¿Qué es la respiración?
La respiración nos ayuda, nos une. Queremos invitar a los colombianos a tomar conciencia desde su respiración y usar eso para superar los conflictos. En muchos países tras décadas de conflicto, la violencia como método para superar conflictos se vuelve un fenómeno epidemiológico, y para llegar a la paz no sólo se necesita un acuerdo en La Habana. Para que ese acuerdo funcione debe haber un cambio de mentalidad, un cambio de las maneras de pensar y actuar que son propios del conflicto.
¿Respirar, es no actuar con la cabeza caliente?
Exactamente. La violencia se produce muchas veces por una acción, por un acto no pensado. Por eso queremos que se respire profundamente, y luego se actúe.
¿Por qué surge la iniciativa, acaso por lo que sucede en la Habana?
Surgió para apoyar los avances, porque pensamos que la construcción de paz es un trabajo muy complejo, y difícil, más cuando el conflicto y la violencia a través de décadas tiene raíces muy profundas. Debe haber esfuerzos desde muchos puntos de vista. Lo que queremos es complementando otras iniciativas.
¿Esto es para todos los ámbitos, no?
La violencia se manifiesta en muchas partes, se da por problemas de tráfico, en el twitter, en los hogares, etc. Hay que entender que el conflicto se da en la vida cotidiana, un elemento de paz y de reflexión.
¿De cuánto fue la inversión?
La inversión del fondo mismo es de dos millones de dólares. Además, el Gobierno de Noruega aportó 500 mil dólares más. Esta última inversión se destinó a una precampaña.
¿Usted habla de una primera inversión, va a haber más?
La construcción de paz en Colombia va a necesitar mucha inversión. Colombia es un país de ingreso medio, por lo que el gran costo de la construcción de paz va a venir de los propios colombianos. A pesar de esto muchos cooperantes internacionales y Naciones Unidas quieren invertir más y apoyar más con inversiones financieras la construcción de paz. En la medida en que crece el optimismo de que se va a llegar a un acuerdo, habrá mayor inversión de cooperantes internacionales.
¿Esto es una muestra de respaldo a lo que sucede en La Habana con las Farc, y de optimismo frente al ELN?
Esto es una muestra de confianza en el proceso. Pensamos que el momento de paz ha llegado, es ahora o nunca.
¿Qué va a incluir la campaña que se lanza este miércoles?
Va a haber comerciales en televisión y radio, luego se hará en otros medios como un cine itinerante (vehículo). En éste se va a presentar una película relacionada con la paz que se llama 'Mateo'. Vamos a tener al grupo musical Bomba Estéreo que hizo una canción especial por la campaña. Habrá además radionovelas y comics, contaremos con muchas personalidades colombianas como Leonel Álvarez, Alejandra Borrero, Mónica Fonseca, Belky Arizala, Johanna Uribe y Carolina Guerra.
Bien por los centros urbanos, pero ¿cómo se va a llegar a los sectores rurales?
Vamos a llevar la campaña a las regiones, en particular a las más lejanas, a las más afectadas por el conflicto. Vamos a estar en Norte de Santander, Antioquia, Córdoba, Nariño, Meta, Vichada, entre otros. Contamos con presencia nuestra en 46 lugares del país, va a ser un esfuerzo enorme.
¿Hasta cuándo va la campaña?
Está programada hasta octubre, pero vamos a ver cómo reaccionan los colombianos y si hay mucho más interés y apoyo, vamos a prolongarla estrategia.
Este es un mensaje también para los actores armados. ¿Es un mensaje para quienes están en la Habana?
El mensaje de la campaña es sencillo, y es que si bien esperamos que se llegue a un acuerdo que le ponga fin al sufrimiento que genera el conflicto, también se necesita que todas las personas cambien la cultura, que no esperemos hasta la firma de un acuerdo para empezar a fortalecer, promover y hacer mucho más para crear una cultura de paz y de reflexión.
¿Cómo describe usted la violencia, cómo la define?
La violencia es una enfermedad que no se puede aislar o enmarcar solo en las zonas de conflicto.
Según se experiencia, ¿cuánto tiempo pude tardar el ver los frutos de esta campaña?
La construcción de reconciliación, los cambios radicales necesitan de mucho tiempo, quizás de una generación. Pero eso no impide a crear cambios paralelos. Crear fundamento de cambios de largo plazo, como son la aceptación del otro aún sin estar de acuerdo, recurrir más al diálogo y no a la violencia para resolver conflictos, menos estigmatización, cambios de la retórica. Debe desarmarse no solo a la guerrilla, sino a la retórica, debe desarmarse la palabra, sobre todo los líderes de la sociedad. Los frutos serán para las futuras generaciones que van a tener mayor calidad de vida.
*Entrevista de Colprensa realizada por Miguel André Garrido Ávila*
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