Por Argemiro Piñeros Moreno y Lorena Beltrán
El sorpresivo anuncio del presidente Juan Manuel Santos en la noche del martes, cuando le dijo al país que las Fuerzas Militares, durante un mes, no harían bombardeos a las FARC, para contribuir como Estado a desescalonar la guerra, fue el campanazo que esperaban muchos sectores para entender que Gobierno y guerrilla ya están pasando de los anuncios a los hechos.
La postura del mandatario fue respuesta a pronunciamientos de esa insurgencia, como han sido los de cese al fuego unilateral, la no inclusión de más menores de 17 años en sus filas y lo pactado en la mesa hace una semana: un plan concreto para empezar a realizar el desminado de territorios, de maneja conjunta con el propio Ejército Nacional.
Esos pasos llevan a que analistas como Alejo Vargas, Camilo González y Ariel Ávila coincidan con el presidente Santos en que el proceso ya está maduro, por lo que son optimista sobre pasos que se puedan dar en los dos próximos meses en la mesa de negociación.
El profesor Alejo Vargas asegura que en la lógica del desescalamiento del conflicto sí podrían darse más anuncios, aunque resalta que se rompería con un principio con el que llegaron las partes a la negociación, “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
“Para efectos del desescalamiento la idea es que sean acuerdos de vigencia inmediata. Por ejemplo puede darse algo en el tema de relación con menores de edad, que avancen en la situación con los guerrilleros detenidos en términos de mejorar su situación de detención, podrían darse acuerdos de ese tono. En lo de menores hay una decisión de no reclutamiento, pero podría avanzarse en campos como desvinculaciones o precisiones más concretas”, estima Vargas.
En el mismo sentido analiza el futuro inmediato del proceso el exministro Camilo González, al asegurar que “en varios temas la idea es que se apliquen de manera inmediata, antes de que se terminen las negociaciones. Incluso si hay un acuerdo en materia de cese bilateral y ya hay un escenario que cumpla ciertas condiciones podría darse previo a la firma de un acuerdo final”.
El investigador de la Fundación Paz y Reconciliación Ariel Ávila plantea que el proceso entró de lleno en mostrar que se puede desescalar el conflicto, lo que es fundamental para que se entienda en la ciudadanía.
“El proceso de desescalamiento es progresivo y muy seguramente en mes y medio tendremos otro anuncio, después del primer mes de la evaluación de lo que pasó en este acuerdo. Esos anuncios serán de un lado y de otro y muy seguramente lo que vamos a tener es un cese bilateral en cuatro o cinco meses, y ese cese será previo a la firma de los acuerdos”, sostiene.
SÍ HAY CONFIANZA
Frente a las dudas sobre si los compromisos se verán en hechos, los analistas estiman que hay confianza de las partes. Lo dice Alejo Vargas: “Se han venido dando hechos que ayudan a esa decisión, por ejemplo la presencia de los oficiales de la fuerza pública; ese también es un mecanismo de generación de confianza, porque la experiencia en todos los procesos de paz, es que la participación de miembros activos le da una gran confianza a las insurgencias, al ver a su contraparte directa.
Para Camilo González, es necesario resaltar que las FARC hayan aceptado sentarse a hablar con el delegado del Gobierno de los Estados Unidos, lo que fue un respaldo internacional más al proceso.
Un tema más de lo que permitirá esa confianza, para el analista Ariel Ávila es que “muy seguramente lo que anunciarían las FARC es que se comprometen a no sembrar más minas, porque por ahora se comprometieron a erradicarlas, pero no a dejar de sembrarlas”.
OPTIMISMO MODERADO EN VÍCTIMAS
Frente al cierre y anuncio de acuerdos por las partes en el tema de las víctimas, los consultados son optimistas, pero mantienen reservas por lo que realmente se puede cumplir en los próximos días.
Alejo Vargas sostiene al respecto que “en eso está trabajando la mesa; va a producir, no sé si en este ciclo que viene o en uno próximo, ya un conjunto de acuerdos, porque en eso han venido hace rato: lo que tiene que ver con reconocimiento de víctimas, de cómo va a ser el tema de restitución, el tema del papel de las víctimas en la paz, en las garantías de no repetición, ahí habrá acuerdos y seguramente el tema de si hay una comisión de la verdad y qué tipo de mandato tendría”.
Ariel Ávila va más allá y reconoce un cierto grado de dificultad en esa discusión: “Lo que pasa es que el punto de víctimas, a diferencia del de participación política o del agrario, requiere que avance el punto de finalización del conflicto, porque el tema de justicia transicional está en los dos campos, entonces ese punto de víctimas, al parecer ya está listo, pero faltan temas que dependen del siguiente ítem, por eso se creó una subcomisión para la finalización del conflicto, por la complejidad de lo que viene”.
El próximo ciclo, el 35, nuevamente se espera que termine cargado de avances que se hagan notorios a los colombianos y así concreten el desescalonamiento de la guerra, un término que se empieza a ser ya frecuente.
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