El Banco de Alimentos de Bogotá se encuentra por estos días trabajando para conseguir una certificación por parte de la Red Mundial de Bancos de Alimentos de que recibe productos que las personas o empresas no van a utilizar, o se encuentran cerca de una fecha de vencimiento, para repartirlos en comunidades vulnerables.
Y es que según cifras de la ONU, en Colombia se estima que más de un millón y medio de toneladas de comida se pierden cada año, lo que conlleva a la contaminación de aire, tierra y agua; también, según estas cifras, en el mundo entre 1.2 y 2 billones de toneladas de alimentos están siendo desperdiciadas por las personas.
Estas cifras, revelan un preocupante panorama entre lo que se desecha y las personas que sufren de hambre, pues hay cálculos que señalan que son mil millones de personas a nivel mundial las que sufren de este flagelo, en el que también entra la población infantil, representando un 45% de la mortalidad de niños en el mundo, es decir 3,1 millones de menores mueren por desnutrición al año.
Continuando con Colombia, según un estudio del Unicef realizado en el 2010, el país se encuentra en la posición 37 de 81 países en vía de desarrollo estudiados, donde los niños tienen un retraso en el crecimiento debido a la mala alimentación, se estima que son 595 mil menores de cinco años en estado de desnutrición.
Por tal motivo, el vicepresidente de la Red Mundial del Banco de Alimentos, Christopher Rebstock se encuentra en el país, esta red se dedica a trabajar de la mano con el sector alimentario para mejorar la recaudación de donaciones de comida.
Esta red inició su trabajo en Colombia en 2007 cuando certificó al Banco de Alimentos en Bogotá y de ahí en adelante se pudo establecer la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia (Abaco), que trabaja en 18 ciudades del país.
“El motivo de mi visita esta semana, además de venir a ver cómo va todo en los bancos de alimentos del país y certificar a Abaco, así que pasaremos el resto de la semana visitando la red nacional y ver cómo es el trabajo que se está realizando y lograr certificar esta asociación como aprobada por la Red Mundial de Alimentos”, explicó Rebstock.
El padre Daniel Saldarriaga, director ejecutivo del Banco de Alimentos de Bogotá, explicó que a nivel Bogotá se registran 290 donantes activos entre empresas y familias, cifra que para dice es muy baja en comparación con redes de otros países.
“Vemos que estamos muy lentos en la manera de acercarnos a tantos que podrían ayudarnos, mientras que a nivel familias, que es un ejercicio que Norteamérica y México han fortalecido muy especialmente con el valor de sentarse a la mesa y dar gracias por la comida, hemos tomado estos ejercicios como ejemplo. Por eso, alrededor de 14.800 familias se beneficiaron y en lo corrido de este año estamos superando las 17 mil familias”, dijo el Padre.
Por su parte, Ana Catalina Suárez, directora de Abaco, manifestó que actualmente cuentan a nivel nacional con 503 empresas que donan de manera permanente, otras 200 empresas que donan de manera esporádica y hay cerca de 230 personas naturales; estas donaciones son llevadas a aproximadamente a 454 mil personas en 18 ciudades y 140 municipios.
Las 18 ciudades con bancos de alimentos son: Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Cali, Cartago, Cartagena, Cúcuta, Ibagué, Manizales, Medellín (dos bancos), Montería, Neiva, Pasto, Pereira, Popayán, Santamaría, Sincelejo y Villavicencio.
OBSTÁCULOS
No obstante, los miembros de esta red de bancos señalaron que todavía existe muchísimo camino por recorrer, no solo porque el programa no le llega a todas las personas del país, también por los miedos de las empresas a que se conviertan en competencia y por negligencia gubernamental.
El padre Saldarriaga explicó que a pesar de que por Corabastos, la central de abasto más grande del país, pasa el 60% de la producción nacional, todavía se encuentra muy bajo en comparación con los bancos de alimentos del mundo, pues aunque esta central sea socio fundador, en comparación de Nueva York o Madrid, la recepción de alimentos donados es muy baja.
Además, la directora de Abaco informó que se están trabajando en dos temas importantes con el Gobierno: la creación de impuestos a las empresas que destruyen alimentos y el rescate de excedentes agropecuarios.
Según Suárez, todavía existen beneficios para aquellas entidades que destruyen alimentos, por lo que han trabajado en modificaciones en el estatuto tributario para que resulte más beneficioso rescatar un producto que destrozarlo .
El segundo tema, es el rescate de excedentes agropecuarios, pues para la funcionaria, las diferencias entre lo rural y lo urbano están muy marcadas, por lo que es necesario establecer estas reglas para los pequeños y medianos trabajadores.
“Estos temas hacen parte de la agenda pública que estamos trabajando con el Gobierno, pero yo me arriesgaría a decir que hoy el desperdicio de alimentos no es un tema de preocupación del Gobierno”, señaló.
Por otro lado, Rebsick explicó que los temas por los cuales no llegan las empresas a donar es por el riesgo o responsabilidad por la calidad del producto.
“Cuando ellos no tienen la experiencia del trabajo con los bancos de alimentos, se preocupan mucho por el tema del estado en el que llega el alimento al beneficiario; también hay un tema de infraestructura ya sea por vehículos, manejo de cadenas frías, las lejanías y hay que permitir que exista esta infraestructura de la empresa al banco y del banco al beneficiario”, subrayó.
Finalmente, Abaco espera que con esta visita se pueda mejorar la recepción de alimentos donados en el país y aspiran a bajar el número de alimentos desperdiciados e incrementar el número de personas beneficiadas.
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