Jacobo era un perro ejemplar, un Golden Retriever que prestó su olfato y disciplina durante siete de sus ocho años de vida a los Bomberos de Bogotá. El jueves pasado tuvo que ser sacrificado, debido a que su estado de salud se encontraba en condiciones precarias, debido a un tumor que tenía en el hígado.
Al can le hicieron un sentido homenaje cuando se dirigía al veterinario a pasar los últimos momentos de su vida, en una calle de honor, aplaudido por todos sus compañeros y entre las sirenas de los camiones de bomberos, recibió su último adiós, despedido como el héroe que ayudó a salvar miles de vidas mientras prestaba su servicio.
Jacobo estaba a punto de jubilarse, pero lastimosamente no disfrutar de sus últimos años como se merecía, en las redes sociales varias personas se refirieron al perro héroe con mensajes sentidos y de agradecimientos.
Este sábado se llevará a cabo el sepelio del perro bombero, que era descrito como juguetón, servicial y sociable.
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