Después de conocerse la muerte de cinco colombianos a orillas del río Tachira, en la frontera con Venezuela, la Fiscalía General de la Nación está estudiando la posibilidad de adelantar las investigaciones de los hechos con la oficina de asuntos internacionales del Gobierno, debido a que se estaría tratando de una masacre.
El ente investigador que estará encargado de recolectar los elementos materiales probatorios del caso para llegar a la captura de los responsables.
Fuentes del ente acusador confirmaron que los respectivos investigadores de la jurisdicción de Cúcuta se encuentran recolectando entrevistas y declaraciones de los familiares y amigos de las víctimas, así como el testimonio del único sobreviviente quien actualmente permanece bajo vigilancia médica y psicológica.
Asimismo, el ente acusador habría ofrecido colaboración a las autoridades Venezolanas a través de la embajada de Colombia en Caracas, para determinar los móviles de muerte de los colombianos, registrada el viernes 7 de marzo a dos días de las elecciones de este domingo. La colaboración estaría encaminada a cubrir lo relacionado con criminalística y asuntos judiciales.
"Gracias a la cooperación con Venezuela, estamos ya trabajando sobre algunos móviles que nos conducirán al esclarecimiento de estos hechos", dijo el inspector general de la Policía en Colombia, general Yesid Vásquez
Mientras tanto, se ha podido establecer que los cuerpos de los cinco jóvenes se encuentran en la sede de Medicina Legal en la ciudad de Cúcuta donde se les está adelantando los protocolos forenses para establecer la causa de muerte de cada persona y ser entregados a sus familiares.
Según fuentes cercanas a los hombres masacrados, y cuyas edades oscilan entre 21 y 31 años, fueron identificados como: Fabián Nieto Corredor y Héctor Julio Gomez Leal (albañiles), Luis Angel Flórez Rincón (carpintero), Mario Enrique Santamaría Galvis (cocinero) y Rubén Hernández Jaime (trabajaba en construcción).
De acuerdo con las primeras versiones, Los cinco cadáveres finalmente pasaron de Ureña (Venezuela), a Boconó (Cúcuta) a donde llegaron miembros del CTI para inspeccionarlos e iniciar las investigaciones en Colombia.
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