El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) firmó un convenio para fortalecer los procesos de reintegración social de los niños, niñas y adolescentes involucrados en situaciones de consumo de sustancias psicoactivas.
Este convenio se firmó con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) y la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de la Embajada de Estados Unidos.
A través de esta nueva alianza se implementará un plan piloto que incluye un programa de formación, liderazgo, habilidades para la vida y herramientas para la gestión de un proyecto de vida, factores clave en la superación del problema del consumo y la prevención de recaídas.
“Lo que tenemos que hacer en el posconflicto no es solo preocuparnos por los desmovilizados y por las comunidades a donde van a llegar, sino también por lograr que todos los jóvenes del país tengan oportunidades para poder salir adelante y para que no existan nuevos grupos delincuenciales”, señaló la directora general del ICBF, Cristina Plazas Michelsen.
Esta iniciativa beneficiará inicialmente a 100 adolescentes y jóvenes entre los 12 y los 18 años bajo protección del ICBF en tres instituciones del departamento, así como a 15 profesionales y técnicos responsables de su atención directa, quienes fortalecerán su capacidad para potencializar las habilidades sociales de los jóvenes. Asimismo, el trabajo involucrará a las familias, las comunidades y la articulación intersectorial para garantizar por esta vía la sostenibilidad del trabajo realizado.
Plazas agregó que “tenemos que poner toda la atención en la prevención del consumo y esto solamente se hace trabajando con las familias, teniendo unos ambientes protectores para los jóvenes y acabando con esa violencia intrafamiliar, que es la verdadera guerra que sufre no solamente Colombia sino también muchos otros países del mundo”.
Según el ICBF, el consumo de sustancias psicoactivas es uno de los cinco primeros motivos de ingreso de menores al sistema de protección del Instituto y Risaralda es uno de los departamentos con las cifras más altas, pues solo entre 2010 y mayo de 2016, ingresaron 939 casos.
Los funcionarios de Unodc reiteraron durante la firma del convenio, que el consumo de sustancias psicoactivas genera profundos impactos en la vida de los niños, en la medida en que compromete su salud, afectan su acceso a las oportunidades y los hace vulnerables a ser utilizados para la comercialización de drogas ilícitas y la explotación sexual entre muchos otros delitos.
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