En la investigación que adelanta la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), por la masacre que se registró en la trocha La Marina del corregimiento La Parada de Villa del Rosario, la tarde del viernes, no se descarta la posibilidad de que el Ejército de Liberación Nacional (Eln) sea el autor de los cuatro asesinatos.
Así lo manifestó el comandante de la Mecuc, coronel Yesid Arango Sierra, quien aseguró que una de las hipótesis es que este grupo guerrillero habría cometido el hecho en retaliación contra una banda criminal que delinque en esta zona de frontera con Venezuela.
“Hay una hipótesis que nos indica una posible retaliación del Eln hacia a una banda criminal de ahí (la trocha); podría ser un enfrentamiento de este grupo con una de estas bandas criminales, específicamente por el tema del territorio a dominar”, dijo el oficial.
Según se conoció, en los últimos meses el Eln ha lanzado varias amenazas a los contrabandistas con la intención de tomar el control de estas trochas, por donde a diario pasan gasolina y otros productos traídos de manera ilegal desde Venezuela.
El coronel Arango insistió en que en la tarde del viernes se registró un enfrentamiento entre las víctimas y los homicidas, que llegaron armados con fusiles AK47 y galil.
“Se determina que hubo confrontación dado que se encuentran vainillas de fusiles AK47, y de pistolas 9 y 45 milímetros; esto es específico de estas bandas”, dijo Arango.
Asimismo, aseguró que según una declaración recopilada por los investigadores, se estableció que sí se registró una confrontación.
Sin embargo, el oficial agregó que en el desarrollo de la investigación se podrá determinar con certeza si las víctimas, identificadas como William Darío Guerrero Tibaduiza, Alex Bonilla, Gustavo Enrique Linares Prato (venezolano)y Daniel Alexander Chía Osorio, eran miembros de una banda criminal o solo se dedicaban al contrabando de gasolina.
Arango enfatizó en que el hombre que resultó herido está detenido mientras se verifica un requerimiento desde Venezuela, donde aparentemente está involucrado en un hecho delictivo.
De Daniel Chía Osorio, de 32 años y conocido como ‘Pastelero’, se supo que desde julio se dedicaba a vender pasteles en La Parada tras quedarse sin trabajo en la ladrillera donde laboraba, por el pasado paro camionero. Una de las motos que quedó en la escena de la masacre era de su propiedad.
Chía Osorio dejó a un niño de 10 años.
Entre tanto, el venezolano Linares Prato, de 37 años, trabajaba desde hacía tres años contrabandeando gasolina.
La víctima dejó dos hijos menores de edad.
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