El excontratista Julio Gómez, involucrado en el carrusel de contratos de Bogotá, se declaró culpable por los delitos de peculado por apropiación, cohecho propio e interés indebido en la celebración de contratos.
Esto luego de que el juez 40 de conocimiento le preguntara si entendía los argumentos propuestos por la Fiscalía que fueron leídos en el escrito de acusación con allanamiento a cargos.
Ante un juez de conocimiento el representante de la Fiscalía General leyó el escrito en el que se explica las razones por las cuales el excontratista debe ser considerado responsable de los delitos de peculado por apropiación, cohecho propio e interés indebida en la celebración de contratos.
En ese sentido la Fiscalía aseguró que Gómez sería el responsable del delito de interés indebido en la celebración de contratos debido a que estuvo dispuesto a conseguir la adjudicación del contrato de la malla vial de Bogotá al grupo Nule.
"Buscó (Julio Gómez) intermediar con la gerente del IDU, Liliana Pardo, y otros funcionaros para evitar que se declarara desierto el contrato del 2008 referente a la fase tres de TrasMilenio", ratificó el representante de la Fiscalía.
Con respecto al delito de cohecho propio, el fiscal explicó que Gómez habría aceptado promesas remuneratorias por parte de Miguel Eduardo Nule Velilla, de recibir 1.750 millones de pesos a cambio de hacer posible que ‘funcionarios del IDU encargados de la adjudicación del contrato, entre otros, la directora de esa entidad entonces Liliana Pardo y el director Técnico Legal, Inocencio Meléndez Julio, participaran en la asignación de la obra a la Unión Temporal Transvial por una suma superior a 315 mil millones de pesos.
Además enfatizó que con dicha conducta "hizo que los servidores públicos actuaran de manera contraria (...) aceptó recibir el 8 por ciento de los contratos y el dinero ofrecido se otorgaría a los hermanos Moreno Rojas quienes intervendrían en el contrato licitatorio", dijo la Fiscalía al explicar que Gómez era consciente de los delitos en los que estaba incurriendo "sabía que aceptar dineros era antijurídico", de esta manera incurrió también en el delito conocido como peculado por apropiación.
También expresó, "él (Julio Gómez) era uno de los organizadores y promotores del acuerdo común, prestó su apoyo para que el exalcalde Moreno ocupara su cargo. Y contactó y colaboró al grupo Nule para que con éxito lograran licitaciones de Bogotá”.
Según la Fiscalía estos señalamientos se basaban en las declaraciones del excontratista Emilio Tapia, Mauricio Galofre y los primos Guido, Manuel y Miguel Nule.
Cabe recordar que Gómez decidió renunciar a un preacuerdo con el ente acusador y allanarse a los cargos evitando un juicio en su contra.
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