Tras cinco salas de indefinición, la Corte Suprema de Justicia finalmente llegó a un acuerdo para suplir sus vacantes y evitar la parálisis de la misma. Con sus 23 plazas llenas, también eligió a Margarita Cabello Blanco como su presidenta.
En compañía del vicepresidente Rigoberto Echeverri y el magistrado José Luis Barceló, quien fungió como presidente encargado desde enero, la presidenta habló con los medios de comunicación sobre los retos que se vienen para la Corte Suprema.
- Se da la elección de los magistrados y estamos ad portas de terminar el periodo del Fiscal General, ¿es un reto ahora?
La Corte está lista y dispuesta a que el señor Presidente de la República envíe la terna. Cuando él a bien lo tenga, inmediatamente procederemos, con la Corte completamente constituida, con los siete magistrados que nombramos hoy, y estaremos dispuestos a cumplir con nuestra misión del nombramiento del Fiscal General de la Nación.
- Hubo recientes críticas a la Corte por las demoras para hacer las designaciones, ¿cuál es la real situación de la Corte?
La Corte es una Institución fortalecida siempre, organizada internamente, trabajando sus magistrados y sus componentes para lograr de la mejor manera posible la elección de los compañeros. Yo llevo un proceso necesario, son compañeros que van a trabajar con nosotros, que van a firmar con nosotros, que debemos resolver las situaciones juntos, el proceso se dio y creo que salimos fortalecidos. Así vamos a seguir cumpliendo con nuestro deber. Los tiempos eran necesarios para poder lograr estos acuerdos y creo que la Corte está dispuesta a cumplir con los retos grandes que tenemos este año frente al país.
- Los nuevos magistrados tienen unas hojas de vida de amplia trayectoria, ¿cómo fue el proceso?
Las hojas de vida eran muy buenas. Cada Sala se demoró haciendo el estudio de las hojas de vida, esos son procesos internos que generalmente no se conocen mucho hacia afuera y en donde hubo un análisis muy completo de cada uno de los candidatos.
- Había una preocupación por el quórum tan apretado que tenían (17 magistrados y 16 para elegir). ¿Hay alguna iniciativa para modificar el reglamento como lo han hecho otras Cortes?
El tema de la reforma del reglamento hay que someterlo a Sala con los nuevos magistrados. Sería prematuro plantear esas posibilidades. Las decisiones se toman por consenso o por mayorías y, seguramente se propondrá en su momento, pero hay que esperar a los nuevos magistrados. No olvidemos que a pesar de todas las angustias, el quórum apretado, aun así, logramos lo que deseábamos que era conformar por unanimidad nombrar a los magistrados que faltaban.
- Usted está recién designada pero, ¿qué retos se pueden vislumbrar para su presidencia este año?
Retos hay muchos y no son míos, los hemos comentado a nivel de toda la Corte. Se presenta elección del fiscal, designación del Consejo de Gobierno, los actos legislativos que están en estudio, designación de Procurador, proceso de Paz. Es decir, retos hay muchos y la Corte en pleno los ha comentado, discutido en Sala Plena y sabemos que tenemos que enfrentarlos y asumirlos de la mejor manera posible.
- ¿El Gobierno le ha dado un espacio adecuado a la justicia colombiana en el tema del proceso de paz?
No, ese es un tema en que la Corte está participando. Todo tiene momentos y en su momento la Corte va a estar ahí también. Es lo que la Corte en pleno considera prudente y estamos a la espera y al momento en que sea necesaria la participación de la Corte en esos puntos.
- Apoyando en lo que ustedes puedan hacer…
La Corte está totalmente, y esto no es posición mía sino de la Corte en pleno, de apoyar y estar atenta a todo lo que venga dentro del proceso de paz.
- ¿Cuándo se posesionarán los nuevos magistrados?
Esperamos que sea lo más pronto posible para poder por fin tener el quórum para poder empezar a trabajar lo más pronto posible.
- Y, ¿brindaron?
(Risas) No, pero estamos muy contentos. No hubo tiempo pero todos salimos muy fortalecidos. Hay unos lazos de amistad internos que nos unen.
- Se habla actualmente de ataques o críticas de sectores como el Centro Democrático sobre la supuesta politización de la justicia, ¿qué puede decir la Corte ante eso?
No, preferimos no opinar. Hablar de ataques hacia la justicia es no expresar una posición jurídica e institucional que tenemos. Nosotros como Institución estamos dispuestos a asumir nuestras responsabilidades, sin tener en cuenta si hay ataques o acusaciones.
CORTE BUSCARÁ PARTICIPAR EN DEFINICIÓN DEL TRIBUNAL DE PAZ
- Ahora se habla mucho de postconflicto, ¿ese sería un reto primordial para la Corte?
Claro. Aquí está mi compañero, ex presidente encargado y magistrado de la Sala Penal, que puede responderles.
- Magistrado José Luis Barceló (J.L.B.): Con la venia de la señora presidenta. Las inquietudes de la Corte Suprema de Justicia se las puso en conocimiento del señor Presidente de la República. De una manera muy cordial estuvimos conversando al respecto, en una reunión interinstitucional que se tuvo en Palacio de Nariño.
La idea es que a partir de este momento y cuando se consoliden los Acuerdos e inicie todo ese proceso legislativo y la intervención del Gobierno y de las facultades que el Congreso le da al Ejecutivo para el desarrollo de los Acuerdos, creemos que la Corte tendrá ahí el papel preponderante, importante, trascendente que la hace protagónica. Sobre todo en lo que tiene que ver en principio con la conformación del Tribunal para la Paz.
- ¿En qué roles estaría la Corte?
La Corte quiere participar y tener un papel importante en la precisión de las competencias del Tribunal para la Paz, para que se evite hacia el futuro conflictos y choques de jurisdicciones entre uno y otro Tribunal.
- ¿Esperan que parte de ese Tribunal esté conformado con magistrados de la Corte?
J.L.B.: No, eso sí hay que esperar a ver cuáles con las iniciativas, de dónde surgen, qué se planteará a partir del acuerdo que se logre. Eso sí es precipitado o aventurado hacer afirmaciones de esa naturaleza.
- Tenemos entendido que había una preocupación por la inversión que requeriría para el sector justicia el asunto de la construcción de paz. ¿Qué se habló de ello en la reunión con el Presidente?
J.L.B.: El señor Fiscal General de la Nación hizo comentarios sobre el tema fundados en estudios que al respecto la Fiscalía realizó. Claro, los costos son altos y no quiero ahora entrar a señalar las cifras, pero al fin y al cabo el proceso de paz no solo tiene un costo político sino también económico y un costo social desde el punto de vista del compromiso de todos los sectores del país. No hay que verlo solamente por el lado económico, hay que ver todas las inversiones que un proceso de paz requiere y, si los colombianos le estamos apostando a ello pues tenemos que someternos también a los costos que ello implica.
- ¿Han sido invitados a La Habana? ¿El presidente les propuso algo?
J.L.B.: No, sobre eso no se ha comentado nada.
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