De “acertada” calificaron analistas del proceso de paz la decisión del presidente Juan Manuel Santos de condicionar la reanudación de los diálogos con las Farc en La Habana a que esa guerrilla libere de inmediato y sin condiciones al general Rubén Darío Alzate, un suboficial del Ejército y una funcionaria administrativa.
Los observadores consultados por Colprensa consideran que, aunque se esperaba una posición más firme del jefe del Estado, el presidente Santos está sometido a muchas presiones y no puede asumir actitudes que pongan en riesgo la continuidad de los acercamientos.
“Este es un incidente normal, ya que se está negociando en medio del conflicto, pero ambas partes aceptaron esa condición. Lo que hay es que establecer claramente qué sucedió y por qué el general Alzate no utilizó el protocolo de seguridad. De eso depende su calidad de secuestro o no”, sostiene el analista Pedro Medellín Torres.
Según el experto, aunque se trata de un hecho grave no da para romper el proceso, pues considera que ha habido otros hechos incluso más delicados.
“El Ejército dio de baja a ‘Alfonso Cano’, y las Farc no se levantaron de la mesa. Entonces este episodio se puede solucionar”, dijo Medellín.
A su turno, el catedrático Jaime Zuluaga Niño calificó la actitud del presidente Santos como “firme pero prudente”, pues dice que el mandatario “está sometido a muchas presiones”.
No puede tomar posiciones que pongan en peligro el proceso de paz, y la firmeza en que debe seguir el proceso en medio del conflicto.
“Lo que se espera es un pronto pronunciamiento de las Farc sobre la autoría del secuestro del general Alzate y que lo liberen de inmediato. Es cierto que se trata de una ‘victoria política’ tener en su poder a un oficial de alta graduación, pero más importante es mantener las conversaciones de paz”, señaló el experto.
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