Sin que aún hayan regresado a la libertad el general Rubén Darío Alzate y los otros cuatro secuestrados en poder de las Farc, el futuro del proceso de paz entre el Gobierno y las Farc se volvió a enredar con la advertencia de esa guerrilla de que las acciones para hacer un rescate militar e incumplir lo pactado en tal sentido llevan a perder la confianza.
La declaración fue dada por el máximo cabecilla de las Farc, Rodrigo Londoño alias ‘Timochenko’, quien en una comunicación fechada el 22 de noviembre pero revelada tan sólo hoy indica que “como sucede con la Mesa y el Proceso, Santos pacta los protocolos, pero insiste en arrebatar por la fuerza a los prisioneros, obstaculizando objetivamente el cumplimiento de aquellos. Es decir, viola nuevamente lo pactado”.
Para el máximo jefe de las Farc “la realidad desbordó las reglas del juego defendidas por el gobierno. El Presidente, con su suspensión, tumbó el tablero donde jugábamos la partida, destruyó la confianza. Las cosas no podrán reanudarse así no más, habrá que hacer diversas consideraciones”.
Incluso, reveló algunos aspectos que aún no se conocían de cómo se pactó la liberación de Alzate y los demás, “nuestros voceros en La Habana se reunieron con los enviados de Santos y los garantes, en un gesto que muy pocos valoran si se tiene en cuenta la suspensión unilateral de los diálogos por el Gobierno, y de manera ágil concertaron procedimientos y protocolos para las liberaciones”.
El subversivo señala que esa respuesta de las Farc “marca sin duda un hito en nuestro modo de obrar en ese tipo de situaciones, el Gobierno Nacional corresponde con una irracionalidad absoluta”.
'Timochenko' dice en cuanto a los operativos en el Chocó que “la militarización del Atrato, los sobrevuelos, bombardeos y ametrallamientos crecen en ferocidad. Se insiste en un rescate por la fuerza, quizás en precipitar una desgracia que ninguno desea. Esa es la verdadera catadura del régimen. No hay que llamarse a engaños, Santos juega a lo mismo”.
Frente al llamado hecho por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, en el sentido de que se requieren hechos de paz de parte de las Farc, 'Timochenko' responde que “poner como condición para reanudar un proceso suspendido arbitrariamente, que la contraparte haga rápida entrega de sus prisioneros de guerra, equivale a un secuestro del proceso de paz por el Presidente. Y responder como lo ha hecho a sus críticos, que ponen de relieve la importancia de concertar un cese bilateral de fuegos para evitar ese tipo de sobresaltos, pone de manifiesto que el proceso de paz no es más que un simple instrumento en una estrategia final de guerra”.
Y plantea además que para el presidente Santos “una sola idea parece obsesionarlo, rendir la insurgencia, obligarla al desarme, la entrega y la desmovilización. Es el único resultado que para él cabe asimilar con la paz. No lo expresan abiertamente, pero a estas alturas resulta imposible ocultarlo”.
Pero el Gobierno ha dispuesto paralelamente una operación militar sin precedentes, que no se detiene ni siquiera para posibilitar la realización de lo pactado entre las dos partes.
E insistió en que “aun el día de hoy vuelven a insistirnos en muestras de paz, en gestos contundentes que demuestren nuestra voluntad de reconciliación. Como si fuera poca cosa haber recibido al enviado del Presidente, después de que nos insulta públicamente y suspende el proceso de paz en violación abierta a lo acordado. Como si no valiera nada haber continuado conversando pese a que el Presidente ordenó el asesinato de nuestro Comandante 'Alfonso Cano'”.
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