La excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez anunció hoy su renuncia a la Comisión Asesora de Paz debido a que considera que no tiene un papel importante en el proceso, especialmente porque no se ha realizado discusión alguna después de los ataques de la guerrilla de las Farc.
Ramírez hizo especial mención al asesinato de los soldados y policías en el Cauca el pasado 15 de abril y la semana antepasada, los derrames de petróleo y los daños en la infraestructura eléctrica. Al respecto, afirmó que envió dos cartas sugiriendo la convocatoria de la Comisión, pero no recibió respuesta alguna.
"No tiene sentido hacer parte de un foro asesor que debería tener una capacidad de análisis de hacer propuestas, de discutir con el Gobierno una coyuntura tan difícil para la paz de Colombia", dijo.
Según la excandidata, la Comisión no posee información diferente a la que tienen los colombianos, por lo cual, no se ha hecho ninguna profundización que permita evaluar las propuestas que realizan.
"En mi caso le he entregado al Presidente varios documentos con propuestas concretas. Primero, que los crímenes cometidos por las Farc, durante el proceso de negociación no tengan beneficios ni se sometan a la justicia transicional. Segundo, que no se continúe el proceso de negociación sin imponerle a las Farc condiciones humanitarias (..) y tercero, el plazo de las negociaciones", dijo.
La renuncia la hizo a través de una carta al Presidente Juan Manuel Santos, en la que manifiesta su descontento.
"He llegado a concluir que no existe una verdadera voluntad del Gobierno Nacional de acoger nuestros planteamientos e incluir sinceramente a sectores que no hicimos parte de su reelección, precisamente por tener críticas a un proceso que debe tener condiciones, plazo y punto final a los crímenes atroces que las Farc comete contra el pueblo colombiano, al mismo tiempo que está sentado a la mesa con los negociadores del Gobierno en la Habana", dice la misiva.
En cuanto al cese unilateral, dijo que solamente tendría validez si fuera definitivo "pero, un cese unilateral por un mes, es someter a la sociedad colombiana al chantaje de que si no se aceptan las condiciones que ellos fijen durante el próximo mes, otra vez estaremos sometidos a esta arremetida terrorista", señaló.
Además, fue enfática en decir que el Gobierno debe mantener la presión militar porque fue la que llevó a la mesa al grupo guerrillero para negociar. Razón por la cual, un cese bilateral sería una decisión irresponsable.
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