Las intimidaciones y presencia de “grupos paramilitares” en la vereda Las Auras, y en zonas aledañas al desminado que se adelanta en la vereda Orejón, en Briceño (Antioquia), son las razones esbozadas por las Farc para afirmar que la limpieza del terreno de artefactos explosivos está suspendida.
Desde Cuba y mediante un comunicado, la delegación negociadora de la guerrilla manifestó: “se suma la intimidación permanente de grupos paramilitares que amenazan la libre movilidad y el abastecimiento de víveres a la comunidad. Estas estructuras de terror actúan abiertamente, a ojos de todos los pobladores del municipio de Briceño, sin que las Fuerzas Militares y de Policía desarrollen acciones contra ellos”.
Pobladores de la vereda Orejón relataron bajo la reserva de su nombre, que estos grupos armados pertenecientes a “los Urabeños” les controlan la entrada y salida a la zona, ha habido algunas retenciones de vehículos “y hasta solicitan cédulas para saber quién es uno y por qué está por ahí caminando. A uno de los vecinos lo dejaron cuatro horas sentado al lado de la carretera, no lo dejaban tomar ni agua y lo trataban de guerrillero”.
En la misiva, las Farc aseguran que ante las acciones de estos grupos irregulares, la comunidad de Orejón solicitó acciones de protección al Gobierno nacional.
“NO HAN PARADO”
El general Leonardo Pinto, comandante de la VII División del Ejército fue explícito en informar que el tema del desminado humanitario en la vereda Orejón no se ha detenido.
En el momento, explica el alto mando militar, se está replanteando la estrategia para evitar sucesos desafortunados como la muerte del soldado Wilson de Jesús Martínez.
“Allá hay una delegación trabajando en el tema de la carretera que ingresa a la vereda y lo que se está haciendo muy bien son los protocolos y hay minas que no están georreferenciadas en el terreno, y por lo tanto se requiere con mucho más cuidado el tema del ajuste de los protocolos”, precisa el general Pinto.
Entre los ajustes al proceso de desminado se evalúa la evacuación aeromédica pues, asevera Pinto, el día del accidente del soldado “no estaba bien ese protocolo”.
Desde el inicio del desminado, en la vereda Orejón se han desactivado siete artefactos explosivos, además han encontrado una mina cada 135 metros cuadrados.
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