El juez avaló un segundo preacuerdo presentado por la defensa y la Fiscalía, por el homicidio de una menor de 18 meses por parte de su niñera.
El pasado 18 de enero, esta historia comenzó como un supuesto accidente en una casa del corregimiento San Antonio de Prado donde cuidaban a una bebé de tan solo 18 meses de vida, llamada María Ángel.
La versión inicial de la niñera fue que la menor se había caído de una cama, por lo que el golpe sufrido la afectó tanto, que acabó con su vida.
Sin embargo, las investigaciones de las autoridades apuntaron hacia otra hipótesis: la cuidadora, llamada Hilda María Agudelo García, de 35 años, la golpeó en reiteradas ocasiones y ese maltrato la llevó a la muerte cuando la madre, desesperada, la llevaba a un hospital a bordo de un taxi.
Por eso, la entonces sospechosa fue capturada y sometida a un procedimiento judicial, en el que reconoció su culpabilidad, por lo que será condenada.
LA PENA
Aunque el pasado 18 de septiembre el Juzgado 22 Penal del Circuito de Medellín rechazó un preacuerdo inicial de 25 años de prisión, presentado por la defensa de Agudelo García y la Fiscalía, el titular de ese despacho decidió avalar una contrapropuesta por 33 años, notificada en las últimas horas.
“Hilda María, desde que llegó a la última audiencia, dijo que no quería irse a juicio porque no tenía testigos, y le pidió al juez otro preacuerdo que finalmente fue aceptado. Yo me siento satisfecha porque se está haciendo justicia y se le va a dar a ella un tiempo en la cárcel que a mí, me parece justo”, comentó ayer Deima Julieth Correa Cartagena, mamá de María Ángel.
La audiencia de lectura de sentencia, quedó programada para el próximo 6 de diciembre y allí, el togado formalizará los 33 años que pasaría en la cárcel por el delito de homicidio agravado en menor de 14 años, y unos pocos meses más porque en este proceso también es investigada por lesiones personales contra la hermana de la víctima mortal, otra niña, que con solo cinco años de vida el 18 de enero vio cómo la reacción de la mujer que supuestamente las cuidaba, llegó hasta un extremo violento.
“María Ángel se convirtió en nuestro angelito personal. Todos los días le oramos y mi otra hija, dice que la niña la cuida”, concluyó Julieth.
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