En la isla de San Andrés reina la incertidumbre. Los isleños no saben que va a pasar con la nueva demanda instaurada por parte de Nicaragua, pero lo que dan como un hecho es que las aguas donde pescaban tradicionalmente por esta época se perdieron.
Todos hablan del fallo de la Corte Internacional de Justicia, están de acuerdo en que ya no se puede llorar sobre la leche derramada. "Si tu me das a mi 100 mil pesos, me los regalas, después no puedes volver a pedirlos, Colombia no puede pedir lo que ya le regalaron a Nicaragua", dice Ricardo Forves, un pescador tradicional de la isla.
Los isleños coinciden en que no hay solución alguna frente al fallo y que la única salida es ir a negociar con Nicaragua una frontera específica donde los pescadores puedan ejercer su oficio. "Entiendo la situación de Santos, él es como un mosco en un vaso de agua, no puede hacer nada frente a un país apoyado por potencias y una corte con la que se comprometió", dijo Norbel Paris Smith, pescador.
Las últimas medidas tomadas por el Presidente de la República no tranquilizaron a los isleños, según los habitantes, porque Nicaragua ya se apropió de las aguas que usaban para pescar. "A nosotros nos dicen que vayamos al 82 pero nadie va, tenemos miedo, lo que pasa en el mar allá se queda y si a uno lo matan ¿a quién van a preguntar por el muerto?", puntualizó Manuel Cubillos, otro pescador.
Los pescadores aseguran que la Armada Nacional no sirve para defenderlos en altamar, según ellos, la misión principal de la fuerza naval colombiana es y será siempre perseguir el narcotráfico.
"Una lancha de pesca en el mar es menos que una aguja en un pajar, si una corveta no se ve, es imposible que existan suficientes guardacostas para salvaguardarnos a todos", dijo Jhony Cardoso, pescador.
Los habitantes le piden al Presidente que no engañe a las personas diciendo que el fallo no afectó a los habitantes de la isla. "Claro que nos afecta, ahora el que quiere pescar le toca acá cerca de la isla y el pescado ya se está acabando", asegura Cubillos.
Según la cooperativa de pescadores Copesvi (Cooperativa de pescadores artesanales la bahía de la sardina), un pescador antes invertía 100 mil en gasolina para traer por lo menos 200 mil en pescado, ahora invierte los mismos 100 mil para traer "dos atunes y una barracuda". Según el Gobierno cada pescador tiene derecho a un subsidio mensual de un millón 800 mil pesos, sin embargo, los pescadores aseguran que dicho subsidio no ha llegado y que este se entrega cada tres meses.
Así mismo, sostienen que contrario a lo que dicen algunas fuentes extraoficiales del Gobierno, todo pescador que tiene el subsidio sale a pescar, "nosotros podemos vivir con el subsidio, pero es que nuestro trabajo es ser pescador, uno no puede pasarse la vida botado sin hacer nada. Además los gastos adicionales, que materiales para el estudio, que servicios, ¿quién los paga?".
Los Sanandresanos se sienten olvidados y aseguran que el Gobierno, sin importar el presidente, debió llevar a la Corte Internacional de Justicia a un raizal para que defendiera sus derechos, "porque somos nosotros los que conocemos el territorio, sabemos cómo funciona y sobre todo le tenemos amor, al Gobierno parece que le faltara eso", concluyó Smith.
Los isleños aseguran que la solución no es acatar el fallo, que se deben definir con Nicaragua unos tratados para que los pescadores no puedan ser retenidos en los lugares donde tradicionalmente pescan, sin embargo, la condición para un diálogo debe ser que haya un representante raizal en la mesa.
El tema de las elecciones también salió a relucir, más de un pescador comenta que el actual presidente, Juan Manuel Santos, si se lanza a la reelección, no obtendrá "ni un voto de los pescadores", pero el inconformismo no para allí, varios cuentan que Álvaro Uribe, ha ido a la isla a hablar con los pescadores, "tal como lo hacía cuando era presidente. Pero a nosotros no nos gustó que nos haya dejado olvidados frente al fallo, que también fue culpa de él".
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