Tras el anuncio de las personas que integran la quinta y última delegación de víctimas que viajaron a La Habana, no fue poca la sorpresa que la mayoría de colombianos se llevó al enterarse de la presencia de la exsenadora Piedad Córdoba Ruiz.
La exsenadora ha dedicado su vida política a promover políticas humanitarias y de respeto a las etnias, así como a promover una salida negociada al conflicto armado con las Farc y el Eln. También ha sido mediadora autorizada por el expresidente Álvaro Uribe para conseguir la liberación de varios personajes secuestrados por las Farc.
En 1999, mientras se desempeñaba como senadora del Partido Liberal, al cual ha pertenecido durante toda su vida política, fue secuestrada por las Autodefensas Unidas de Colombia. Tras varias semanas de cautiverio, fue liberada y decidió exiliarse en Canadá junto con su familia. Al año siguiente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le otorgó medidas cautelares, debido a las constantes amenazas de las que ha sido víctima.
Tras unos meses en Canadá, decidió regresar a Colombia, pero dejando a sus hijos en ese país. En 2010 fue reelecta en el Senado, solo para ser destituida por la Procuraduría unos meses después, bajo el argumento de sus supuestas relaciones con los guerrilleros de las Farc.
A pesar de que las evidencias usadas en su contra por la Procuraduría fueron declaradas no válidas por la Corte Suprema de Justicia, Córdoba fue inhabilitada en segunda instancia para ejercer cargos públicos por un término de 18 años en noviembre de 2010.
URIBISTAS PIENSAN QUE PIEDAD CÓRDOBA NO DEBERÍA IR A LA HABANA
El sector Uribista – Conservador que se opone al proceso de paz que lidera el presidente Juan Manuel Santos, es el que más fuertemente manifestó su oposición a la presencia de la exsenadora Piedad Córdoba como víctima en La Habana.
De acuerdo con el ex alto Comisionado para la Paz Camilo Gómez, “una de las razones para no admitir esta presencia es el hecho de que las Farc han sido muy ambiguas con las víctimas que ellos han causado”. Para él, “las Farc son los principales victimarios de Colombia y como tales deberían estar listos a reconocerlo, a contar la verdad y a reparar a las victimas que ellos han causado”.
Según el excomisionado de paz, quien fue formula vicepresidencial del Partido Conservador en las elecciones de marzo de este año, “las Farc tienen que hacer ahora es entrar en el proceso de reconocer a sus víctimas, pero sin condiciones ni teorías, y de una vez anunciar con qué bienes van a reparar, cómo va a ser la reparación y el perdón que van a pedir”.
Para Gómez, “la presencia de Piedad Córdoba es accidental, no tiene nada que ver, no es víctima de las Farc y no tiene mucho sentido que una víctima de los paramilitares esté hablando en un proceso con las Farc”. La decisión de involucrar a las víctimas de otros grupos es del Gobierno, y eso suena a exigencia de las Farc”.
El excomisionado afirmó que “los paramilitares tuvieron un proceso, en el cual tuvieron la oportunidad de decir su verdad y ya hubo un proceso de reparación a sus víctimas”.
Entre las voces de los uribistas estuvo la del senador del Centro Democrático, Alfredo Rangel Suárez, quien calificó como “una ofensa para el dolor de las víctimas que una colaboradora de las Farc, como lo señaló el Procurador General de la Nación, haga parte de esa delegación de víctimas”.
Para el Senador, “las Farc se salieron con la suya, porque en lugar de grupos de víctimas exclusivamente de las Farc, se llevaron víctimas de otros grupos irregulares, de esa manera se diluye la responsabilidad de las Farc de cara a sus víctimas”.
LAS RAZONES DEL VIAJE DE PIEDAD CÓRDOBA
El primero en argumentar la presencia de la exsenadora como víctima en La Habana fue el coordinador Humanitario de la ONU para Colombia, Fabrizio Hochschild, quien afirmó que “Piedad Córdoba ha sufrido muchos hechos victimizantes” de los cuales mencionó cuatro.
El primero que mencionó Hochschild es que “por más de dos décadas ha sufrido amenazas de todo tipo, incluyendo aquellas contra su vida. También ha recibido ataques graves a su dignidad como persona”. El segundo es que “Piedad Córdoba ha sufrido varios intentos de asesinato”.
El tercero es que “ella ha sido secuestrada por grupos paramilitares, en el año 1999” y el cuarto es que “ha tenido que salir del país hacia Canadá y hasta el día de hoy, tres de sus cuatro hijos han tenido que seguir viviendo por fuera de Colombia, lo que la ha mantenido separada de su propia familia”.
Hochschild manifestó que entiende que la exsenadora “es un personaje político en el país, y que hay muchos que no comparten su visión y eso lo respetamos”. Sin embargo aclaró que “en la ONU pensamos que el no compartir su posición política no implica desconocer los graves hechos victimizantes que ella ha tenido que vivir a lo largo de su vida”.
El profesor Carlos Eduardo Jaramillo, quien fue Consejero Presidencial de Paz del expresidente César Gaviria, “aseguró que la presencia de Piedad Córdoba en La Habana es válida, en el sentido de que esa presencia se abrió a las víctimas de todas las organizaciones armadas del país”.
Para el profesor Jaramillo, “es muy bueno que participen víctimas de todos los grupos, porque la paz se tiene que hacer con todos”. A pesar de esto, reconoció que “los que no quieren que el conflicto se termine, se opondrán a todo lo que plantee el Gobierno, pero eso es lo que se está negociando y si se van a oponer tienen que hacerlo con mejores argumentos”.
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