Hoy terminó el decimotercer ciclo de conversaciones de paz en La Habana y, a pesar de que hubo algunos anuncios preocupantes en torno a la continuidad del proceso, las dos comisiones anunciaron que seguirán conversando y que el nuevo ciclo iniciará el próximo 9 de septiembre.
A pesar de lo corto que fue este episodio de diálogos para ponerle fin al conflicto, en él se abordaron temas de la agenda que van más allá del punto sobre participación política. Entre ellos estuvo el de las víctimas, que corresponde al quinto punto, la lucha contra el narcotráfico que corresponde al tercer punto y las formas de refrendación de un eventual acuerdo final.
Al cerrar el ciclo, ambas comisiones resaltaron los logros pero también señalaron los desacuerdos que aún se mantienen.
EL GOBIERNO BUSCA SEGUIR AVANZANDO
Por un lado, el jefe de la comisión negociadora del Gobierno, Humberto De la Calle Lombana, anunció que durante este ciclo se lograron avances importantes en varios temas. Uno de ellos es “el reconocimiento público que han hecho las Farc respecto a su responsabilidad frente a las víctimas” el cual califica como “un paso importante para la paz”, aunque aclara que “solo es el primer paso”.
Agregó que para que la paz sea duradera, “la reconciliación de la sociedad colombiana pasa por reconocer a todas las víctimas del conflicto, sin distinción entre unas u otras” y sin importar el victimario. Este tema, que hace parte del quinto punto de la agenda, es considerado por el Gobierno como “central y prioritario”.
También recordó que, durante este ciclo, las comisiones negociadoras, recibieron en La Habana a los delegados de la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, para concertar la organización de un nuevo foro con la sociedad civil en el que se discutirán el problema de las drogas ilícitas, tema que corresponde al cuarto punto de la agenda.
De la Calle recordó que este evento se realizará en dos fases: la primera consistirá en un foro de amplia convocatoria en Bogotá, a finales del próximo mes. La segunda en un evento en San José del Guaviare, para recoger testimonios de personas y organizaciones de una región que desde hace décadas padecen el problema del narcotráfico.
La idea de adelantar esta discusión es erradicar ese problema. “¡Queremos una Colombia sin coca!”, exclamó el negociador y agregó que esto “sería un paso gigantesco para el país y para el mundo”. También afirmó que “lograr que las FARC colaboren en este propósito, sería un elemento muy importante de estas negociaciones”.
También se abordó el tema de la refrendación del acuerdo final, lo que corresponde al sexto y último punto de la hoja de ruta trazada. En este sentido aclaró el anuncio hecho por el presidente Juan Manuel Santos sobre el proyecto de ley que busca levantar la limitación para que un eventual referendo pueda coincidir con una elección ordinaria. En ese sentido afirmó que “todo lo que busca el Gobierno es que este mecanismo esté disponible en caso de que se necesite”.
La idea de esto es que, al realizarse un referendo el mismo día de las elecciones ordinarias, haya una mayor participación ciudadana “lo que aumenta la fuerza política y la legitimidad de la decisión popular”.
Luego de esto declaró, para calmar los ánimos de la guerrilla, que “por supuesto, esto requiere acuerdo en la Mesa de Conversaciones”, por lo que no será un mecanismo impuesto por el Gobierno y en cualquier caso, serán los ciudadanos quienes finalmente decidan si se aprueban o no los temas acordados en La Habana.
GUERRILLA RENUENTE AL REFERENDO
En la declaración final del ciclo el jefe de la comisión negociadora por parte de las Farc, Luciano Marín Arango, alias 'Iván Márquez' reiteró que esa guerrilla aún se opone al referendo como forma de ratificar los acuerdos que se alcancen en La Habana.
Sustentan su posición diciendo que en la propuesta del Gobierno, “no queda claro quiénes definirían las reformas de alcance constitucional que se formularían en el eventual referendo, ni quién diseñaría las preguntas del mismo”. Agrega que no aceptarían “que fueran el Gobierno y el Congreso quienes definieran los contenidos y preguntas del referendo, según su propia interpretación”.
'Márquez' agregó que si la idea es que el referendo surja de un acuerdo entre las partes, “éstas serían las que tendrían que proceder su diseño, acordar las preguntas, definir el contenido de los posibles actos legislativos y demás”.
En el comunicado leído por Márquez, las Farc vuelven a decir que “dada la complejidad del texto a refrendar y los actos legislativos aprobados”, un referendo no daría las condiciones necesarias para “garantizar la más amplia y activa participación social y popular”.
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