El Partido del Centro Democrático está dividido y miembros de la colectividad resaltan la importancia de que el senador y expresidente Álvaro Uribe sea el nuevo director del partido, pues él –consideran-, como líder natural es el único que podría dirimir las diferencias.
En el interior de la organización que promueve la resistencia civil y que se ha opuesto a los acuerdos de paz con las FARC, hay molestias por la dirección de Óscar Iván Zuluaga. La molestia vendría de hace tiempo, pero con la proximidad a las elecciones presidenciales de 2018, han ahondado las diferencias.
Por estos días, el senador José Obdulio Gaviria las hizo públicas en una entrevista con el portal ‘Los Irreverentes’, al anotar que el excandidato presidencial estaría poniendo por encima de la colectividad sus intereses personales.
“Óscar Iván nunca debió ser el director del partido. En eso me derrotaron, pero creo que siempre tuve razón. Las ambiciones personales puestas por encima de los intereses estratégicos del partido generan desastres. Se forma un círculo vicioso: todo lo que se hace o no se hace tiene por objeto fortalecer la posición interna de un jefe del partido, que es, además, el principal aspirante a la presidencia. Así, el director se vuelve el principal enemigo del crecimiento del partido y, al no crecer el partido, perdemos la opción de ganar la presidencia”, dijo en la entrevista.
Al parecer, ante el panorama, el Centro Democrático tendría una convención para tomar decisiones que solucionen las diferencias y no permitan que el partido se vea afectado de cara a las elecciones y mucho menos de cara a un posible plebiscito por la paz.
Para Gaviria mientras tanto, la colectividad debería tener una dirección de máximo tres dirigentes, que le rindan cuentas al senador Uribe y que lo reconozcan y “acepten su dirección y jefatura nacional”.
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