Un tribunal francés emitió el fallo que elimina la responsabilidad civil de la compañía TÜV, responsable de la certificación de los implantes Poly Implant Prothèse (PIP) al considerarlo que no incumplió con sus responsabilidades.
Se calcula que la firma ha entregado la suma de US$6,4 millones en indemnizaciones a las víctimas, pero ahora ellas tendrían que devolver estos dineros según los resultados del fallo.
La empresa, que llegó a tener más del 80% de ingresos por las ventas realizadas en América Latina, fue puesta a prueba y se descubrió que los implantes eran rellenados con silicona industrial y no silicona médica, lo que los hacía más propensos a derrames.
El dueño de la empresa, Jean-Claude Mas, acusó a las mujeres de querer sacarle dinero por estos eventos. PIP llegó a ser la tercera compañía a nivel mundial en la fabricación de implantes mamarios.
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