Dos familias que fueron víctimas de la masacre paramilitar en Alaska, zona rural de Buga, podrán retornar a sus tierras tras salir beneficiadas con las primeras sentencias de un juez de restitución en este municipio.
Las dos familias hacen parte de las víctimas de la violencia que el Bloque Calima de las AUC ejerció en los corregimientos de La Habana, La Magdalena y Alaska, donde asesinaron a 24 personas el 10 de octubre del 2001.
Según la Unidad de Restitución de Tierras del Valle del Cauca, la primera familia es una mujer y sus tres hijos, que serán compensados por el Incoder.
Durante la masacre la mujer perdió a uno de sus hijos, quien fue asesinado cuando "se dirigía en su carro hacia la finca para revisar el árbol de pan con el cual tenía un proyecto de exportación hacia España". El hombre murió junto a otras 14 personas que iban en una chiva hacia los corregimientos de la parte alta de Buga.
"En la sentencia se determinó que esta familia no puede regresar al predio, dado que está ubicado en zona de reserva forestal", por lo que el Incoder les entregará un terreno equivalente en el corregimiento de Alaska.
La otra familia beneficiada es la de un hombre y sus cinco hijos, que en dos ocasiones tuvieron que abandonar su hogar. La primera vez tras el asesinato de la esposa del señor, el 8 de julio del 2000, al parecer por hombres de la guerrilla. En el 2001 tuvieron que volver a salir de su casa durante la incursión paramilitar en la zona.
Esta familia se vio beneficiada con un predio en el corregimiento de La Habana, que está "englobado en un predio de mayor extensión, por lo que el juez ordenó el desenglobe y la respectiva formalización al propietario".
La sentencia que beneficia a estas familias también implica que serán exoneradas de impuestos y tasas contributivas por servicios públicos adeudas durante el tiempo en el que estuvieron lejos de sus hogares. También recibirán auxilios de vivienda y para proyectos productivos, así como asistencia en salud y educación.
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