Andrés Felipe Arias, ahora en libertad bajo fianza, retomará su trabajo como asesor económico, mientras avanza su proceso judicial. Pide que la Corte Suprema le permita apelar su condena.
Lo único que el exministro Andrés Felipe Arias quiere conservar de la cárcel en la que estuvo 56 días en Miami es un manuscrito con relatos de su experiencia en esa prisión, el testimonio de varios colombianos presos y la historia de su proceso, que serán la base de un libro.
Después de ser notificado de su libertad bajo fianza el jueves pasado, durante la audiencia, esperó varias horas antes de salir porque estaban ingresando a otros 10 colombianos. “No pude sacar nada, ni la ropa, ni los libros. Tampoco pude despedirme de mis compañeros (...) Me di cuenta que era libre cuando sentí el viento en mi rostro y el abrazo de mi esposa”.
A través de una página en Internet su familia recolectó 113 mil dólares en tres meses para su defensa. En diálogos, Arias dijo que no descartaba volver a la política y que no pertenece ya al Partido Conservador sino al Centro Democrático. Agregó que la cosas no pasan en vano y que Dios le dio la oportunidad de mirar la condición difícil de tantos presos.
- ¿Cómo es eso de que le va ayudar a los presos que fueron sus compañeros?
Tuve la oportunidad de compartir con muchos colombianos de origen humilde, oriundos del Pacífico, Buenaventura, Tumaco, de la Costa Atlántica, Urabá, Bogotá, Medellín, que han sido extraditados y no tienen ni 10 dólares para llamar a su familia o comprar algo de comida complementaria.
No tengo otra decisión distinta a trabajar por ellos y ayudarles. Fueron mis amigos porque me ayudaron cuando llegué y no tenía para comer.
- Usted dice que su proceso en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) fue politizado, pero también lo sancionó la Procuraduría (Ordóñez) y la Contraloría. ¿También fueron decisiones políticas?
La Procuraduría, luego de que me sancionó, le pidió a la CSJ que me absolviera por falta de pruebas. En el caso de la Contraloría, la sanción no tiene nada que ver con el tema de riego; en eso me absolvió. Fue sobre la publicidad del programa, y hubo atropellos al debido proceso. Ese caso lo denuncié en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
- ¿Su vocación política permanece? ¿Lo veremos de nuevo en campañas?
A lo único que he aspirado es hacer cosas por mi país. Eso no lo puedo negar. Ahora mi único propósito es terminar de consolidar el proceso jurídico en Estados Unidos y el asilo. Más adelante veremos qué trae la vida.
- ¿Considerar injusta una decisión judicial es suficiente para evadir la ley? ¿Si era inocente por qué se fue?
Lo que hizo la CSJ conmigo fue una de las injusticias más grandes, protuberante y atroces que se ha cometido en Colombia. Ante esa realidad, y con tantas pruebas que pude recolectar sobre la motivación política que hubo, tomé la decisión de acudir al derecho internacional, porque no me quedaba derecho alguno en Colombia para proteger a mi familia, a mi esposa. No me voy a entregar a una justicia politizada. Todo aquel que considere que está siendo perseguido político o es judicializado con intenciones políticas tiene todo el derecho a buscar refugio en otro país.
- ¿Se siente usted un chivo expiatorio para no perseguir al expresidente Uribe?
Los colombianos se han dado cuenta de que todo lo que ha sucedido con las personas que trabajamos con el presidente Uribe fue una estrategia sistemática para afectarlo a él y a su familia, llevándose por delante la vida de nosotros y de las familias de quienes trabajamos con sacrificio y entrega a su lado.
- ¿Por qué no pidió, como el exalcalde Gustavo Petro, medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?
Tenemos una demanda contra el Estado colombiano en Ginebra, en la ONU, ante el Comité del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Esa demanda ya fue admitida. Ya ambas partes presentaron los alegatos. Estamos pendiente del fallo.
- ¿Cree que en este momento la CSJ ya le daría garantías? ¿Regresaría al país?
Este año la CSJ me negó el derecho a apelar la condena, a pesar de que la Corte Constitucional ya le concedió ese derecho a todos los colombianos. En esas circunstancias no puedo decir que tenga derechos en Colombia, como para regresar ahora. Insisto en que me dejen apelar ante jueces imparciales. Ese día podré decir que sí tengo garantías.
- ¿Se acogería a algún indulto contemplado para terceros civiles dentro de la justicia transicional?
Lo único que he pedido es que se use la Constitución y las leyes que hoy tiene el país, con acuerdo o sin acuerdo con las Farc, para que se me conceda el derecho a apelar la sentencia injusta en mi contra. No estoy pidiendo indultos, porque no cometí delitos.
- ¿Cree que la persecución que usted menciona está orquestada por el Gobierno y las Farc?
Tenemos claro que la CSJ y las fiscalías de Viviane Morales y Eduardo Montealegre emprendieron una campaña sistemática para perseguir y encarcelar a quienes trabajamos con el presidente Uribe. Las Farc han sido nuestros adversarios de tiempo atrás. Han tratado de hacer todo contra nosotros, pero al menos han sido enemigos de frente.
- ¿El Nobel que le dieron al presidente Santos ayudará a consolidar la paz?
La paz se logrará el día que haya justicia, paz política y cuando la CSJ no siga actuando como un partido político. Todo lo demás puede sonar muy bonito.
- ¿Con Néstor Humberto Martínez en la Fiscalía su proceso tendría más garantías?
No conozco bien qué ha sucedido en los últimos tiempos, pero espero y estoy seguro que la nueva administración de la Fiscalía procederá diferente a sus dos antecesores.
- ¿Se arrepiente de haber sido precandidato?
Todo lo que hice en mi carrera pública fue con honestidad e intenciones de servirle al país. De eso no me arrepiento, pero es claro que lo que sucedió tiene correlación con la campaña a la Presidencia.
- ¿Se siente todavía del Partido Conservador, del que fue precandidato?
Mi partido es el Centro Democrático; del que he recibido todo el acompañamiento.
- ¿Qué diferencia hubo entre los convenios que su Ministerio firmó con el ICA, con los que habían firmando antes y los que se firmaron después de usted?
Solo el nombre del ministro que firmó. Eso comprueba que no me condenaron por lo que hice, sino por quien era.
- ¿Qué le gusta del capítulo de tierras en el acuerdo con las Farc?
La única forma en la que puede prosperar el sector agropecuario es con inversión, tecnología, orientando la producción hacia la exportación y la agregación de valor.
- ¿Lo sorprendió el triunfo del No?
Claro, como a tantos colombianos. Siempre dije que la paz solo se logra con justicia, reparación a víctimas y cuando no se exonera al narcotráfico.
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