Aunque corra el riesgo de mostrarme como persona poco imaginativa insisto en reiterar lo que he anunciado en varias ocasiones: “Repetir, repetir y repetir”, que es el medio más acertado para despertar interés sobre hechos y situaciones, aunque fastidie a más de uno de mis lectores. Sí. Y tengo que hacerlo para impulsar un punto trascendental en la próxima conmemoración del 11 de noviembre de 1811. Ya a tiro de piedra, como reza el adagio popular.
El despeje de los alrededores del Castillo de San Felipe debe convertirse en piedra angular de las obras que se realicen para la conmemoración del Bicentenario de la Independencia que se cumplirá, a escasos 10 meses del presente. Sin embargo, pese a la brevedad del tiempo, no se han concretado, oficialmente, programas para celebrar la magna efemérides. Ni se ha trazado siquiera un plan de obras de progreso y desarrollo. Es preciso que el monumento puede exhibirse, en todo su esplendor, a ojos de propios y extraños que, al contemplarlo en la magnitud de su magnificencia, comprobarán que merece ser incluido entre las maravillas del mundo occidental.
El gran “Parque de la Libertad”, al que me refiero con esperanzada insistencia, fue incluido, desde 1978, en el “Plan de Desarrollo de Cartagena”. El proyecto contemplaba el estudio sobre el tema aprobado por la Alcaldía, con la asesoría de 30 instituciones públicas y privadas. Sin embargo, el asunto se extravió en el olvido. Mas ahora cobra actualidad y tiene que constituir esencia de las obras a realizar con motivo del glorioso aniversario que, por casualidad, coincide con el penúltimo mes del período gubernativo de la “Maríamulata”.
Es conveniente recordar que en 1951 el historiador español Enrique Marco Dorta, al investigar las ciudades hispano-americanas, consignó su opinión acerca del San Felipe en los siguientes términos: “En el siglo XVIII se contempló la defensa del Cerro, rodeando el Castillo con formidables baterías, convirtiéndolo en la más importante obra de fortificación que hizo España en las Indias”. Allí está dicho todo.
Y mi entrañable amigo Nicolás del Castillo, figura cimera de la historiografía colombiana, expresa su opinión así: “El Castillo de San Felipe de Barajas es, sin discusión la más importante fortaleza militar construida por España en América”.
A su vez, al finalizar el 2006, la Academia de la Historia, para llamar la atención sobre el trascendental aniversario, presentó a la Alcaldía un memorando sobre planes conmemorativos. En el documento se incluye la necesidad, ya convertida en urgencia, de despejar la zona aledaña al Castillo a fin de eliminar cualquier obstáculo que impida la plena contemplación de la prodigiosa fortaleza.
En forma concreta la misma Academia incluyó el asunto en el quinto punto del posible “Plan Maestro de conmemoración del Bicentenario”, en los siguientes términos: “Despeje de los alrededores del Castillo de San Felipe hasta la entrada de El Espinal y construcción de una gran Plaza de la Libertad, con amplios jardines. Así, se conseguirá destacar, en toda su grandeza, el más importante baluarte militar de la colonia en todo el continente”. Y punto. ¡Adelante, Maríamulata!
*Ex congresista, ex embajador, miembro de las Academias de Historia de Cartagena, y Bogotá, miembro de la Academia Colombiana de la Lengua.
academiadlhcartagena@hotmail.com
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