Columna


Así es la lengua

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

17 de junio de 2011 12:00 AM

ADOLFO GÓMEZ AGÁMEZ

17 de junio de 2011 12:00 AM

Y siguiendo con la lengua, y estudiándola desde otra óptica la mejor descripción la encontramos en la Biblia en la carta de Santiago (3,5) “así también la lengua es un miembro pequeño y puede gloriarse de grandes cosas y más adelante reza, “con ella bendecimos al Señor y Padre y con ella maldecimos a los hombres”.Así las cosas, la lengua, como está creada para lo bueno y para lo malo, será por eso que es el órgano de todo gusto, sin poderse excluir ni del habla, ni de la masticación, ni de la deglución de los alimentos y es tan polifacética que también es usada para algunas actividades sexuales.

Se puede decir de ella, tan pequeña y tan grande y tan indomable.

Terca no es, porque no tiene que serlo, pero, llama la atención que cuando alguna enfermedad afecta al nervio que la dirige (el hipogloso) ella puede desviarse en sentido contrario al lado afectado, trata de salirse de la boca y puede hasta temblar.

Si revisamos la parte de arriba, encontramos que está recubierta de unas papilas y que como en un equipo de trabajo, se clasifican e identifican como filiformes que son las más abundantes y se ven como unas espinitas blanquecinas, pero, no sirven para gustar lo que nos llevamos a la boca, pero, hay un segundo grupo de menos cantidad que las anteriores, que tienen forma de hongos y por eso se llaman fungiformes y se encuentran dispersas entre las primeras, estas se ven más en la punta de la lengua y en los bordes laterales, ellas, junto con las que se llaman caliciformes y las foliadas, son las que nos permiten catar el vino cuando nos invitan a almorzar o a cenar y las que nos permite calificar la buena sazón de la mujer cuando se mete a la cocina.

Ahora entiende UD. querido lector, porque los catadores de vino profesionales le hablan de sensaciones en la lengua de dulce, acido, salado y amargo, pues porque la estupenda lengua, tiene estas papilas o botones gustativos que permiten hacerlo.

No les explicaré sobre la v lingual, ni del surco de la lengua, pero, del frenillo sí, porque, es el que fija a la lengua a la mandíbula.

Para terminar, este articulo introductorio a las enfermedades de la lengua y para seguir con este enamoramiento de las enfermedades de la boca, me llama la atención lo del frenillo, por lo que dice también la Biblia en la misma carta de Santiago (3) “ si alguno no cae al hablar, ese es un hombre perfecto, capaz de refrenar todo su cuerpo” y por eso es que el frenillo de la lengua nunca llegará a ser freno, porque nunca frenará a la lengua cuando quiere actuar y cuando se las tira de freno y no frenillo, lo que lleva es a hablar sin pronunciar la letra erre y por consiguiente a hacer famosos a los “lenguapegá” que paradójicamente son los que más hablan.

 

*Dermatólogo

 

a_gomezagamez@hotmail.com

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS