En desarrollo de la contienda electoral, todos los candidatos a la Alcaldía de Cartagena han coincidido en que asumirán compromisos frente al mercado Bazurto; aceptan su traslado como fórmula de solución definitiva, pero ninguno ha dicho cómo.
Tal coincidencia obedece al obligatorio cumplimiento del fallo del Tribunal Administrativo de Bolívar, ratificado por el Consejo de Estado, que dispone el saneamiento de la ciénaga de las quintas y el traslado del mercado. Es elemental que ante una sentencia judicial de esa naturaleza lo único que corresponde es su acatamiento, pero tal premisa no constituye en si misma una propuesta de gobierno.
Los comerciantes formales e informales de Bazurto, los habitantes de barrios aledaños y la comunidad cartagenera en general continúan a la espera de propuestas fundamentadas que orienten el manejo presente y futuro de uno de los grandes problemas que afronta la ciudad.
Quien resulte elegido Alcalde el próximo 30 de octubre deberá asumir desde el primer día de mandato la responsabilidad de diseñar e implementar políticas públicas que sirvan de marco a un proceso concertado no solo para el traslado, sino para la revitalización integral del sector.
La ausencia de propuestas al respecto desde las candidaturas, obliga al futuro gobernante a retomar lo actuado por administraciones anteriores, que en opinión de comerciantes y vecinos ha sido poco e insuficiente, complementarlo e imprimir dinamismo y creatividad a un proceso que puede convertirlo (a) en héroe o mártir.
El traslado de Bazurto se debe cumplir, según el fallo, en un periodo de cuatro años, pero muy probablemente se necesitarán varias administraciones para que la revitalización del sector sea completa y acorde a las necesidades de la ciudad.
Ello indica que el próximo mandatario no solo deberá empeñarse a fondo en encontrar la mejor solución de reubicación, sino también en los mecanismos de funcionamiento del mercado en su lugar actual durante varios años más y dejar sentadas las bases para la reestructuración futura.
Comerciantes y empresarios de Bazurto aseguran que los proyectos de traslado que se han socializado se han caído sistemáticamente y que en la práctica no hay una fórmula viable para comenzar, pero advierten que ellos tienen la disposición y los recursos necesarios para impulsar un futuro prometedor en esa zona de la ciudad, sin que pierda su vocación comercial.
Conviene aclarar que el fallo judicial dispone el traslado del mercado, pero no lo que la gente comúnmente conoce como Bazurto, que involucra extensas zonas de barrios aledaños, afectados igualmente por el caos y que deben hacer parte de la revitalización.
La complejidad de los actos administrativos por definir, los intereses en juego y las presiones en múltiples direcciones, representarán para el nuevo alcalde el ingreso a un túnel con salida despejada, o meterse a un horno crematorio, dependiendo de su capacidad de maniobra.
Aportaría mucho a la ciudad, que todos los sectores involucrados en este tema elaboraran sus respectivos proyectos y los llevaran debidamente ilustrados, como cartas de presentación a una mesa de concertación pública a partir de la cual se comience a construir de una vez por todas el futuro de Bazurto.
germandanilo@hotmail.com
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