Columna


Campo E: temores y desafíos

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

01 de noviembre de 2011 12:00 AM

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

01 de noviembre de 2011 12:00 AM

Hace unos cuatro años, cuando ser alcalde de Cartagena no estaba entre sus planes, Campo Elías Terán Dix asistió a un foro en el Colegio Gimnasio Mompiano, en el que reveló que ya le habían insinuado ser candidato, pero que no lo contemplaba porque le daba temor contaminarse con la corrupción.
“Estoy seguro de que podría ganar, pero me da miedo caer en la tentación en la que caen casi todos los políticos”, dijo en el evento en el que interveníamos también como panelistas Osvaldo “Ossy” Martínez y el suscrito.
El tiempo demostró que la confianza en sí mismo se mantuvo y los temores se disiparon. Su popularidad creció hasta lograr un triunfo contundente e histórico el domingo pasado, superando los pronósticos hasta de sus mentores más optimistas.
Ya como Alcalde, a Campo Elías no le bastará con superar el temor de dejarse contaminar, anteponiendo sus convicciones éticas y morales; le corresponde asumir el desafío de combatir la corrupción que tanto cuestionó desde los micrófonos y blindar su administración contra quienes aún no le temen a las prácticas non sanctas.
El reto es grande, especialmente ante los temores que tienen sectores ciudadanos de que algunos financistas de su campaña pretendan manejar los hilos del poder en favor de sus intereses particulares.
El nuevo mandatario de los cartageneros tiene varias fortalezas que podrían garantizar su independencia y gobernabilidad: llegar sin el apoyo de la mayoría de concejales, por ejemplo, lo libra de la “hipoteca” que antes representaba distribuir cuotas de poder en esa corporación, pero su principal capacidad de maniobra se la da la contundente victoria electoral, la mayor parte de su propia cosecha.
Tal libertad le permitirá entre otras cosas rodearse de un buen equipo de gobierno que genere mucha confianza a todos los sectores en la transparencia y eficiencia administrativa, inclusive a  aquellos que temen por el fortalecimiento de la informalidad y el inmediatismo.
Uno de los cuestionamientos durante su campaña y a los que respondió con buena dosis de creatividad es “no estar lo suficientemente preparado para gobernar”, y es posible que así sea, pero eso no es necesariamente malo. El vicepresidente de la República, Angelino Garzón, ha dicho varias veces que tras muchos años de vida sindical, llegó al gobierno sin saber administrar y comenzó a aprender como ministro de Trabajo. En la Administración pública hay mucho por aprender, hasta para quienes llevan largos años en ella.
Si bien el Alcalde es el líder del nuevo proceso de la ciudad, con grandes desafíos en diferentes áreas, no podrá trabajar solo, requerirá el apoyo en principio de quienes lo acompañaron de buena fe, pero también de quienes desde otras orillas trabajan por la construcción de una Cartagena productiva y socialmente incluyente.
La campaña política terminó, y aunque hay quienes se satisfacen con rezagos de odios y confrontaciones, corresponde a todos aceptar la gran legitimidad de la elección del nuevo gobernante, estar atentos y vigilantes a sus actuaciones y confiar en que su paso por la Casa de la Aduana sea fructífero para Cartagena y sus habitantes.
Coletilla: Con la votación más alta para el Concejo Distrital, Andrés Betancourt se convierte en un nuevo e interesante fenómeno político de Cartagena.

*Trabajador Social y Periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones.

germandanilo@hotmail.com

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