Columna


Caribe: descolonización inconclusa

ALBERTO ABELLO VIVES

24 de septiembre de 2011 12:00 AM

ALBERTO ABELLO VIVES

24 de septiembre de 2011 12:00 AM

Cartagena de Indias está conmemorando, en este 2011, el bicentenario de su independencia absoluta de España. Una independencia “temprana” que caracteriza a esta ciudad y al Caribe colombiano como un Caribe particular en el contexto de esa región del mundo entre el norte y el sur de América, al lado de tantas otras características que los diferencian, entre ellas el tamaño de sus territorios, población y economía; la diversidad geográfica y ambiental, la existencia de población indígena no sometida que ha resistido desde la Conquista; y la no introducción de plantaciones azucareras esclavistas y exportadoras durante el período colonial que tanto marcaron la configuración social y cultural en otros caribes.
Existe aún un Caribe no independiente que se debate entre una mayor integración con las metrópolis, a las que sigue perteneciendo entrada la segunda década del siglo XXI, mayores niveles de autonomía y la independencia. Su situación explica en este mundo contemporáneo las dificultades de la descolonización iniciada por Haití en 1804.
El próximo 10 de octubre, cuando el Caribe Colombiano celebre 190 años de la salida definitiva de los españoles de su territorio, dos pequeñas islas –Curazao y St. Marteen, del Caribe llamado holandés- conmemorarán apenas el primer año de aquel referendo que las convirtió en nuevos países, pero siguen siendo todavía miembros del reino de Holanda.
El caso de los tres territorios franceses llamados de ultramar ilustra otra modalidad de relación colonial: los movimientos entre ser más franceses y alcanzar el nivel de vida en las Antillas igual al de los franceses europeos y la mayor autonomía insular hasta, si es el caso, alcanzar la independencia definitiva. Los ajustes estructurales del gobierno de Sarkosy y la situación de estos territorios con mayor carestía, mayor desempleo y mayor pobreza- que la Francia continental, trajeron consigo en 2009 y 2010 revueltas de renombre entre ellas.
Si bien el Caribe inglés inició su descolonización estimulada por Naciones Unidas entrada la segunda mitad del siglo XX, las once naciones angloparlantes independientes mantienen al monarca inglés como jefe de Estado. Y el miedo a la expansión de la revolución cubana hizo que esa descolonización inglesa tampoco terminara y hoy haya un gran número de islas pertenecientes al reino.
En el Caribe están presentes, todavía, Francia, Holanda, el Reino Unido y Estados Unidos, tal como ocurría a principios del siglo XX. Pero la realidad de esa parte del mundo es hoy distinta: aunque las potencias quieren mantener su posesiones por motivos geoestratégicos, la presencia del líder norteamericano la ha disminuido objetivamente; mientras China avanza con nuevas relaciones comerciales y financieras con esta región, Colombia está convertida en una especie de volcán que bota narcóticos en todas direcciones. Por tierra, mar o aire, el narcotráfico se convierte en un gran flagelo que a todos desestabiliza, afectando las relaciones colombianas con sus vecinos caribeños. El narcotráfico es la gran realidad caribeña y este negocio prefiere para su expansión la existencia de gobiernos débiles, con poca autonomía.
¿Qué pasará en el Caribe durante el siglo XXI? No se sabe si terminará su descolonización después del bicentenario de la Independencia de Cartagena de Indias.

*Profesor universitario

albertoabellovives@gmail.com

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