No es la primera vez que Cartagena de Indias se enfrenta al reto de un gran encuentro internacional pero nunca había recibido al mismo tiempo 33 jefes de Estado de las Américas, incluyendo al Presidente Obama, primer mandatario gringo que pernocta en Colombia.
Y también llegarán 500 empresarios del continente entre los cuales estarán 26 de los más importantes CEO de la Región, extranjeros y colombianos. Todas las cifras son impresionantes hasta el punto de que Juan Gossaín titula su artículo "La Heroica volvió a ser una fortaleza": 4 submarinos y 400 francotiradores más todo el apoyo necesario en seguridad, salud, emergencias, etc. Sigue Gossaín, diciendo que estarán ocupadas 3.000 habitaciones hoteleras y da una excelente noticia, se cableó toda la ciudad con 39 kilómetros para computación, internet, señales de sonido e imágenes de televisión.
En esta cumbre hay razones para asegurar que no será una más y conociendo al Presidente Santos, se jugará por entrar a los anales de la historia. La principal razón serán las drogas que será el principio, probablemente muy tibio pero principio de todas formas, de una nueva forma de abordar este drama mundial. La voz de los que hemos pagado el costo con vidas y grandes sacrificios de la fracasada guerra contra las drogas, será escuchada y respaldada por muchos, esperamos.
Ha sido un proceso largo que iniciaron tres ex presidentes latinoamericanos, Cardoso, Gaviria y Zedillo y que poco a poco ha ido tomando vuelo de manera que ha quedado como tema central de la cumbre. Sin duda, como lo expresa Moisés Naím, por esto no será una cumbre más.
Así como le advertimos al alcalde Terán sobre los problemas que podría tener al principio de su administración, hoy debemos reconocerle el haber sido escogido como el mejor alcalde del país en el último mes, que coincide con la realización de la Cumbre. Es una señal de que se ha tomado en serio semejante responsabilidad y que los cartageneros se lo agradecen. Pero no sólo las autoridades tienen una inmensa responsabilidad, locales y nacionales, sino la ciudadanía y todos los asistentes a este evento. Habrá sacrificios especialmente para los locales y sin duda para muchos de los colombianos, pero la idea es que los visitantes vean todo lo bueno de ese país sin necesidad de esconder nuestros problemas. Somos un país de gente amable y alegre. Falta probar una vez más que somos organizados, respetuosos, y hospitalarios.
Ojalá no se haya descuidado al personal que tendrá contacto directo con los asistentes y se le haya entrenado para ser más amable en almacenes, más atentos y sobre todo más pacientes. Es un paso gigantesco para convertir a Cartagena en sitio obligado para eventos mundiales. Estamos seguros de que se logrará un gran éxito no sólo para el Gobierno colombiano que le ha puesto mucho empeño sino para Cartagena, sus autoridades y sobre todo sus habitantes.
Lástima que los grandes contratos para la organización de eventos como este siempre queden en las mismas manos porque sencillamente ni en los eventos pequeños se les abren las puertas a otras empresas que tienen que aprender creciendo. Aquí se nace y se muere grande, que es otra expresión de las limitadas oportunidades de la mayoría del país.
cecilia@cecilialopez.com
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