El controvertido pulso por las próximas elecciones ha evidenciado los peligrosos riesgos electorales. La lista de candidatos asesinados en el territorio nacional es una fotografía de las pulsiones trágicas que atraviesan la contienda. La Misión de Observación Electoral (MOE), la Defensoría del Pueblo, la corporación Nuevo Arco Iris, el Ministerio del Interior, y decenas de columnistas y periodistas, han señalado los desafíos que se aproximan para asegurar la democracia.
Cartagena no está libre de estos riesgos, la corrupción, la presencia de actores armados ilegales, las viejas prácticas politiqueras, la compra y venta de votos: todos son detonantes capaces de incidir inescrupulosamente en el proceso electoral.
Sin embargo, recientemente se ha dado a conocer en la ciudad la Alianza Cartagena Propone. Es una plataforma conformada por organizaciones importantes de la sociedad civil como Acopi, Cámara de Comercio, la Red de Empoderamiento, Caribe Afirmativo, FEM, Tierra de Hombres, Plan International, MOE, Funcicar, Camacol regional Bolívar, Alianza Líder, CDA Colombia, Pastoral Social, AMEB, Red de Inclusión Productiva, Empresarios por la Educación, Colectiva, acompañadas por algunas universidades y agencias como el PNUD y GIZ, que tienen como apuesta común generar espacios para contribuir con el proceso democrático.
La mayor fortaleza de la Alianza Cartagena Propone es su interés en acercar a la ciudadanía con los candidatos, de tal manera que estos puedan conocer las propuestas de las mujeres y hombres de la ciudad, especialmente de los grupos subrepresentados, para que el futuro gobernante no sólo tenga a la ciudad en su cabeza, sino también a la ciudadanía.
De igual manera, Cartagena Propone resulta ser una oportunidad para que la gente conozca de cerca lo que los candidatos tienen que decir, sus propuestas sobre las mujeres, sobre los jóvenes, sobre la infancia, sobre los afros, sobre lo que realmente representa el pulso de esta ciudad y quienes finalmente decidirán quién será el próximo alcalde o alcaldesa.
Más allá de la creación de esta alianza, el poder de la ciudadanía se hará posible con su participación. Cartagena Propone aparece, entonces, como una oportunidad para que la ciudadanía proponga el camino; proponga el destino de la ciudad; proponga el sendero que tendremos que atravesar para lograr una ciudad más equitativa.
Una sociedad civil comprometida, participativa, es la única garantía para que Cartagena se blinde ante los riesgos anunciados. Cada vez resulta más atractiva la propuesta de tomar las riendas de nuestro destino como ciudad, de conocer los programas de los candidatos, de proponer nuestras ideas, de hacerle seguimiento al proceso.
El desarrollo de los pueblos no llega del cielo, no ocurre con magia ni por un juego de azar. El desarrollo de los pueblos depende de sus gobernantes, y los gobernantes dependen de las decisiones que tomen los ciudadanos de los mismos pueblos.
*Psicóloga
claudiaayola@hotmail.com
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