Columna


Caterva de vencejos

MARÍA CAROLINA CORCIONE

18 de abril de 2012 12:00 AM

MARÍA CAROLINA CORCIONE

18 de abril de 2012 12:00 AM

El monumento en Cartagena no es una alusión a la pobreza y desempleo, ni a la falta de sentido de la moda. No. El monumento es una metáfora de eso en que nos hemos convertido, y que a pesar de todo, le debemos sentir aprecio.
Noble rincón de mis abuelos: /Nada como evocar, cruzando callejuelas,/ los tiempos de la cruz y de la espada,/del ahumado candil y las pajuelas.../ Pues ya pasó, ciudad amurallada,/ tu edad de folletín... Las carabelas/ se fueron para siempre de tu rada.../-¡Ya no viene el aceite en botijuelas!/ Fuiste heroica en los años coloniales,/ cuando tus hijos, águilas caudales,/ no eran una caterva de vencejos./ Mas hoy, plena de rancio desaliño,/ bien puedes inspirar ese cariño/ que uno le tiene a sus zapatos viejos.
Hace algún tiempo, en uno de esos ratos de ocio, empecé a recitar el poema y comencé a preguntarme acerca del significado de algunas de las expresiones. Papi, ¿qué significa el aceite en botijuelas? Abue, ¿qué es la edad de folletín? Y llegué a una expresión que nunca he podido olvidar: caterva de vencejos. Si leen el poema, verán que nos dice que los habitantes de la ciudad eran águilas caudales que hoy se han convertido en una caterva de vencejos.
Caterva de vencejos significa un grupo numeroso de pájaros que no sirven para nada y que no son ni la mitad de imponentes de lo que pueden llegar a ser las águilas. Metafóricamente López nos llamó a todos unos buenos para nada, luego de haber sido corajudos hombres patrios e idealistas. Y creo que tiene toda la razón. El tipo era todo un profeta. Nos hemos vuelto unos mordaces críticos de los errores ajenos. Y bueno, sí…; Shakira cometió un errorcito cantando el Himno Nacional, Natalia París dice una que otra pendejada, Amparo Grisales se eriza con el melisma de sus concursantes, una reina quería conocer Jerusalén en Roma y otra quería hombre con hombre y mujer con mujer y todos a la vez. Alguna miss intentó hablar inglés al mejor estilo colombiano y terminó feliciting in Cartagenin…; Nos encanta el deque dijo, el deque debo, el deque se dice. Nos burlamos de la dicción ajena, del cuerpo ajeno, de la pena ajena.
Nos encanta reírnos de la iniciativa del prójimo. Y bueno, sí…; no es muy fácil entender que en Turbaco haya una réplica de la Casa Blanca, cuando no hay ni casa para la escuela, ni que a un tipo se le haya ocurrido siquiera la idea de regalarle un burro a Obama que se llame Demo. Ni que al Alcalde de Bogotá se la haya ocurrido prolongar de nuevo la rumba hasta las 5 A.M. Ni que contraten a un chamán para que no llueva durante un evento oficial.
Nos hemos vuelto destructivos con esos episodios que por lo menos dan alegría al espíritu porque sonsacan una carcajada y omitimos, a lo mejor selectivamente, todo lo verdaderamente malo que ocurre a nuestro alrededor.
Nos hemos vuelto esa caterva de vencejos que no sirven sino para destruir. Y bueno, sí…;si López estuviera vivo, no habría vacilado en llamarnos caterva de pendejos, porque hasta de los vencejos hubiéramos sacado un motivo de crítica.

*Abogada

mariacorcione@yahoo.com

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