Cien días de soledad

Hasta hace poco se cumplieron los primeros cien días de gobierno del alcalde de Cartagena, Campo Elías Terán. Los resultados, pese a que él quiso mostrarlos favorables, no son los mejores. Por lo menos los hechos así lo demuestran.
Comenzando por las renuncias de algunos secretarios, ese remezón en el gabinete que deja un sinsabor y muestra la inestabilidad con la que comenzó el gobierno distrital. 
Durante los días de la Cumbre de las Américas, Cartagena fue el “circo” en el cual hasta le arrancaron un pedazo de tierra al Castillo de San Felipe, que también resultó víctima de la ausencia de autoridad.  Y bueno, el conocido caso de las prostitutas con los agentes del servicio secreto de Obama, estos últimos no se resistieron a la tentación de pasearse por las curvas de una mujer Colombiana, situación bastante penosa que hoy vende a Cartagena como destino turístico sexual.
En este punto, llama la atención la actitud de nuestro alcalde, quien tuvo un “rifirrafe” con “Pachito” Santos al querer tapar el sol con un dedo en el tema de la prostitución en Cartagena.  ¿Por qué el tabú? Muchos vienen a Cartagena en busca de sexo y drogas. Señor alcalde, salga de la negación y busquemos soluciones.
La prensa nacional tiene los ojos puestos en Campo Elías Terán. Sus respuestas hacen ver que él va por un lado y la ciudad por otro. Con el mayor de los respetos le recomendaría que pensara dos veces antes de responder cualquier cuestionamiento. Él, como máxima autoridad en Cartagena, nos representa a los cartageneros ante el país y el mundo. Infortunadamente muchas veces sale a dar declaraciones  a  la prensa que demuestran el poco manejo que tiene en temas de ciudad. 
Se supone que el primer año de gobierno es una especie de “luna de miel” del Pueblo con su gobernante. Ya después comenzamos a verle los defectos a ese “novio” que elegimos durante cuatro años.  Pero lo triste es que la  “luna de miel” de los cartageneros con su alcalde, acabó más rápido de lo que pensamos. El inconformismo ya se siente en las calles (sobre todo desde que Carlitos Mattos y la Familia García comenzaron a asomar sus naricitas en el panorama)
Estos primeros cien días de gobierno, se traducen en cien días de soledad administrativa. Sin embargo todavía se pueden corregir los errores. Todo depende si nuestro querido alcalde quiere pasar a la historia como alguien que sí trabajó, o si le da igual ser recordado por uno más. De esos que llegaron, calentaron la silla, y se fueron.
Posdata: Con el cambio repentino del gerente de Transcaribe, preocupa que el proyecto se vuelva “Transeterno”. A este paso, confío en que siquiera mis nietos lo puedan conocer.