Han sido maravillosos los testimonios de algunos empresarios exitosos que nos contaron su experiencia empresarial en los Talleres que “Geniales, Red de Oportunidades” realizó en la Cámara de Comercio. El siguiente es uno de ellos.
Nos confesó que empezó desde el primer peldaño pues cuando salió de la universidad y empezaría a trabajar, su padre le espetó su consigna: “que cada palo aguante su vela,” esto es, arréglatelas como puedas y si quieres salir adelante piensa bien cómo desarrollarás tus talentos y alcanzarás tus metas.
Por supuesto, como no tenía ni cinco para emprender un negocio independiente aceptó un empleo pero con el propósito de ingeniárselas para lograr cuanto antes ser su propio empleador y enseguida fabricó una fórmula mágica: “Voy a economizar el 30% de todo lo que gane para invertirlo en negocios donde yo pueda cuidar mi inversión, bien sea como gerente, miembro de algún comité o de la Junta Directiva”.
Y aunque su primer empleo apenas le alcanzaba para los gastos de la familia, se amarró el cinturón y cada mes apartaba ese 30% para su fondo de inversión y planeaba cómo iba a invertirlo. Nada para acciones de la Bolsa o en ningún fondo donde él no participara para hacerlo productivo. Un año después se asociaba con un grupo de amigos que compartían la misma visión: ayudarse unos a otros y crear empresas novedosas.
La primera criatura de esa concepción fue la “Promotora de Empresas”, PROCAR, que pronto sumó otros 70 socios para unir a los cartageneros con aquella visión y crear nuevos negocios. Y de ella fueron brotando una tras otra muchas iniciativas exitosas.
Como él carecía de capital semilla y sus ahorros eran todavía de poca monta acudió a banqueros amigos que le prestaran las sumas necesarias para cada nuevo emprendimiento y con el 30% de sus ahorros pagaba puntualmente los intereses y cuando le exigían devolver las sumas del capital prestado, se iba donde otro banquero amigo para que le prestara lo necesario para cancelarle al primer banquero y a este nuevo le seguía pagando los intereses con el monto de sus ahorros hasta cuando le tocaba cancelarle la suma prestada y así, tapando un hueco con otro, pudo crecer en sus inversiones hasta hacerse independiente.
Hoy es socio de un buen número de empresas exitosas tanto en Cartagena como en otras ciudades y ha podido hacer inversiones bien pensadas en busca de un futuro confiable para él y su familia.
El otro componente de su fórmula mágica es el trabajo perseverante. Cuando uno hace lo que le gusta hacer, goza trabajando 10 horas diarias hasta conseguir lo que quiere.
La lectura de “Yo estoy bien, tú estás bien” le facilitó relacionarse positivamente con los demás.
La aplicación de la filosofía empresarial de “Calidad total y mejoramiento continuo” le enseñó a delegar en los empleados la responsabilidad de solucionar los problemas que afrontaba en su trabajo.
Y, por último, “Los 7 hábitos de la gente altamente eficaz”, le enseñó, entre muchas otras verdades, a encontrar la felicidad en cada uno de los actos de su vida diaria, esto es, vivir la conciencia constante de su propia felicidad tanto en el trabajo como en su vida familiar y social.
Esta vivencia personifica de manera ejemplar lo que “Geniales, Red de Oportunidades” busca para cada uno de sus beneficiarios.
talarame@hotmail.com
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