Conmemoración sobresaliente

Ocurrió en plena colonia española, cuando la Compañía de Jesús resolvió, en 1604, establecer la Universidad y Academia de San Francisco Javier, en Santa Fe de Bogotá. Fueron numerosas las promociones juveniles que obtuvieron allí una educación esmerada, enmarcada por los valores espirituales señalados por Ignacio de Loyola, fundador de la congregación benemérita. La labor de formación perduró hasta 1767, cuando los Jesuitas fueron expulsados de Colombia. En 1930 se reanudó en Bogotá la tarea educativa por la Compañía de Jesús. El 1º de octubre del año mencionado se suscribió en el Colegio de San Bartolomé, el acta de fundación de la Universidad Javeriana. Han sido ocho décadas de aporte continuo al avance cultural y social de nuestra nación. Es una tarea meritoria que se inició con la Facultad de Ciencias Económicas y Jurídicas y que hoy se realiza en la capital de la república a través de 37 programas de pregrado y 156 de posgrado, con el nivel académico más alto. Es una labor importante, complementada en Cali por la Seccional de la Universidad, que opera allá desde hace 40 años. El P. José Salvador Restrepo, S.J., primer Rector de la Universidad, le fijó dos objetivos específicos: “la educación de la juventud y el engrandecimiento de la Patria”. Doble misión que se ha cumplido a cabalidad, desde cuando la primera dependencia académica de la Universidad abrió sus puertas en el claustro de San Bartolomé. En estos ochenta años se ha ido ampliando la oferta de servicios educativos, como antes lo mencioné, con un equilibrio sano entre la docencia, la investigación y la formación humanística, de acendrado acento cristiano. Habiendo tenido el privilegio de cursar mis estudios de derecho en la Pontificia Universidad Javeriana, regresan a mi memoria la permanencia en la sede de la calle 10 No. 6-57 y el traslado a la edificación de la carrera 7ª., al norte del Parque Nacional. Al devolver la película surgen las nobles figuras del P. Gabriel Giraldo, S.J., como Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, y de los catedráticos Padres José María Uría, Francisco Mejía y Jorge Noriega Rueda. Los nombres de Cástor Jaramillo Arrubla y Juan Benavides Patrón, Decanos Académicos de la Facultad, aparecen también en el primer plano de mis recuerdos, acompañados por un elenco de profesores, de quienes recibí la enseñanza y los principios para el futuro desempeño profesional. A todos ellos rindo hoy mi homenaje de admiración y de gratitud imperecedera. Desde su fundación por Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús ha tenido siempre un notable protagonismo en la cultura cristiana de Occidente. Sus integrantes se han distinguido por su alta calificación intelectual, la firmeza de sus convicciones y el valor demostrado en la defensa de sus ideales. En el medio colombiano, la Pontificia Universidad Javeriana ha sido un bastión del conocimiento y un centro de investigación, así como un escenario de capacitación de líderes de nuestra sociedad. Por ello, la conmemoración de los ochenta años de actividad, que tuvieron su comienzo al restaurarse la Universidad en los años treinta del siglo pasado, constituye un evento de trascendencia en la vida nacional. *Abogado Consultor en Minas e Hidrocarburos. marcan2@etb.net.co