Columna


Controversias a dirimir en elecciones regionales

ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

24 de octubre de 2011 12:00 AM

ALEJO VARGAS VELÁSQUEZ

24 de octubre de 2011 12:00 AM

En las elecciones del 30 de octubre, además de la escogencia de los gobernantes regionales y locales y de los miembros de las corporaciones respectivas, se van a dirimir tensiones implícitas en varios escenarios de la política nacional y, aunque no son aceptadas por los protagonistas, para la mayoría son controversias o pulsos de fuerza.
Esto significa que si bien las elecciones se resuelven alrededor de problemas regionales y locales, el efecto político es nacional y se dará a partir de los agregados nacionales.
Una primera pugna se libra de manera soterrada en el denominado Partido de la U. entre los sectores más próximos al expresidente Uribe y aquellos que consideran que el presidente Santos no solo es el jefe natural de ese partido, sino que es a él a quién le deben su solidaridad total y a quien deben seguir. Es ampliamente conocido en los ambientes políticos en La U ha habido diferencias alrededor de iniciativas legislativas del Gobierno y es claro que el Presidente va a requerir un partido más cohesionado para apoyar las políticas del gobierno, como la restitución de tierras, y eventualmente el cierre del conflicto interno armado, lo cual requerirá instrumentos como la ley marco para la paz.
La segunda controversia se llevará dentro de los partidos políticos de la coalición de Unidad Nacional. Para nadie es un secreto que dependiendo del peso político de cada uno de estos partidos, su capacidad de influir en la coalición de gobierno se hace más evidente –lo que no significa representación política en el gabinete, pues esto es una función discrecional del Presidente-.
Por ahora, el partido con mayor peso específico es el Partido de la U, pero dependiendo cómo les vaya a los otros –especialmente al Liberal y a Cambio Radical- pueden aumentar su peso político. En últimas, la controversia es si seguirá pesando más la influencia liberal en la orientación del gobierno –que al parecer es con la que se siente más cómodo el Presidente- o si por el contrario se impone una influencia más conservadurista. El Partido Verde en buena medida se juega su importancia política con lo que suceda en la Alcaldía de Bogotá, porque si bien es posible que ganen gobernaciones como la de Antioquia, se puede tratar de expresiones verdes que no necesariamente comparten la actual orientación central. En el Partido Conservador se tratará de resolver la tensión entre los sectores más próximos a la actual dirección y aquellos cercanos al expresidente Pastrana. También será importante lo que pase con los partidos vinculados a la parapolítica.
La tercera discusión se plantea en la izquierda. Es claro que el Polo Democrático Alternativo va a tener unos resultados electorales muy precarios, especialmente por el desastre de la Alcaldía de Bogotá –pese al esfuerzo de la alcaldesa encargada Clara López por enderezar las cargas-, pero lo que está en juego es cómo valorar el resultado del PDA con el que obtengan los “progresistas” que lidera Gustavo Petro, que si es favorable se convertirán en los representantes de una nueva izquierda con peso en el panorama nacional. Por supuesto eso está altamente ligado al resultado de las elecciones de Bogotá tanto para Alcaldía como para Concejo.
Las elecciones del domingo van a tener significados y efectos políticos más allá de la elección de mandatarios y miembros de corporaciones, y probablemente van a rediseñar el panorama político nacional.

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS