Columna


Cortocircuito comunicacional

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

21 de junio de 2011 12:00 AM

GERMÁN DANILO HERNÁNDEZ

21 de junio de 2011 12:00 AM

Los cortes frecuentes cortes en la energía eléctrica en Cartagena y en la Región Caribe se convirtieron en factor de alteración del orden público. Las causas de tales apagones y las reacciones sociales tienen no solo aspectos técnicos  y/o de autoridad, sino un ingrediente común: comunicación inadecuada.
Después de varios disturbios en la ciudad, múltiples cuestionamientos y hasta solicitud de sanciones por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos, Electricaribe reconoció que hacía “suspensiones por circuitos, para evitar sobrecargas por aumento en el consumo”. En otras palabras, la ciudad estaba sometida, sin saberlo, a racionamientos.
Carlos Franco Delgado, gerente de Distribución de Electricaribe, explicó en una entrevista que saldrá al aire este miércoles a las 8:00 PM en el programa Temas de fondo, del Canal Cartagena, los detalles de  tales suspensiones y las explicaciones de su compañía a la comunidad. 
Independientemente de la veracidad de los argumentos técnicos expuestos, durante varias semanas la gerencia local de Electricaribe se abstuvo de informar sobre tales cortes predeterminados, atribuyéndolos simplemente a daños o casos fortuitos. No es comprensible que una empresa con tanta experiencia y tan conocedora de la idiosincrasia costeña,  incurra en silencios absurdos o explicaciones a medias.
La empresa explica que no había cómo programar tales suspensiones, sino que se hicieron cuando crecía la demanda y se debía proteger el sistema, válido para comprender la ausencia de aviso previo, pero no se entiende por qué ampararse después en otras causas, de las que ya todos desconfiaban.
Valdría la pena que frente a esto y a inversiones accidentadas en mejorar la infraestructura energética local, dificultades en las acciones de energía social y compensaciones por perjuicios a sus usuarios, por ejemplo, Electricaribe no solo fuera más proactivo en hallar soluciones concretas, sino que mejorara su estrategia comunicacional con la comunidad, para generar confianza.
Pero no sólo la empresa es responsable de la “electrocución  social” generada en los últimos tiempos por los apagones. La comunidad también tiene su cuota de responsabilidad en el tratamiento inadecuado de un problema, que pudiera no ser tan delicado si se manejara con cordura.
En algunos sectores, especialmente en barrios sub normales, es costumbre que la primera reacción a un corte de energía eléctrica, por cualquier causa sea el bloqueo de vías cercanas, e inclusive la agresión a sus propios vecinos, al tiempo que se impide el acceso de las cuadrillas de operarios encargados de solucionar la interrupción del servicio.
Si existieran canales de comunicación más funcionales entre empresa y usuarios de energía eléctrica, los últimos no se sentirían tan maltratados e inclusive comprenderían las razones que ocasionan emergencias y la empresa encontraría más receptividad y mejor ambiente para solucionar pronta y eficientemente los problemas técnicos.
Carlos Franco fue categórico al anunciar que los problemas de energía en Cartagena continuarán, hasta que no se den soluciones de fondo que involucran a ISA, el  Distrito y Electricaribe, razón suficiente para implementar nuevas estrategias y acciones que eviten el cortocircuito comunicacional, que ya muestras sus primeras chispas.

*Trabajador Social y Periodista, docente universitario, asesor en comunicaciones.

germandanilo@hotmail.com

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