Columna


Cuento chino

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

23 de marzo de 2011 12:00 AM

CARLOS DÍAZ ACEVEDO

23 de marzo de 2011 12:00 AM

A principios de marzo empecé a enterarme del cuento sobre el megaproyecto urbanístico de construcción de otra ciudad en el sur de Cartagena para 250 mil personas. Supe que se está cuajando una nueva ciudad con el interés de inversionistas chinos y europeos a través de una nota que publicó el periódico El Universal basada en una entrevista que dio el presidente Juan Manuel Santos al diario estadounidense New York Times, reproducida en eltiempo.com.co.
Frente a esta nota, noticia, entrevista y hecho se me ocurre preguntar a las autoridades de Bolívar y Cartagena si estaban enteradas o no de este cuento que tiene que ver con ellas y con nosotros, si saben o no de este megaproyecto que se tiene pensado hacer aquí y no en la Cochinchina. Se me ocurre proponer a las autoridades de aquí que si no saben nada de este cuento pregunten sobre el mismo a las autoridades de allá, de Bogotá, no sin antes empuntárseles y decirles que es inaceptable salir a hablar al mundo sobre proyectos de Cartagena sin antes hablar con los cartageneros. Se me ocurre proponer al Gobernador y a la Alcaldesa que averigüen bien y no se coman todo el cuento, lo que se traen los chinos entre las manos, no traguen entero, pero sobre todo compartan las averiguaciones con la ciudadanía.     
Frente a esta noticia difundida por el Tiempo y El Universal, se me ocurre proponer a estos medios y a otros medios que sirvan de puente entre las autoridades y la ciudadanía, que mantengan a esta debidamente informada, que vayan más allá de la entrevista y sigan la noticia, que sirvan de escenario para el debate público y ciudadano en torno a la construcción de una ciudad que incluye un parque industrial para productos manufacturados con fines de exportación a países americanos.
Se me ocurre proponer a la ciudadanía exigir este debate y participar en el mismo. Hasta ahora sólo he visto expresarse a El Panti con una caricatura con el título “Interrogantes necesarios”, donde un hombre frente a la Torre del Reloj dice “Dizque planean nueva ciudad al sur de Cartagena” y una mujer le pregunta “¿Sin obras “mochas”, ni trancones, ni suspensión de agua y luz, ni basureros satélites..?”
Se me ocurre hacer este tipo de preguntas y propuestas, pero también imaginar cosas y soñar otras. Me imagino una nueva ciudad al sur que siga la pauta o patrón organizativo que hace referencia a las nociones de geografía, enclave, exclusión y racismo, y permiten comprender la estructura y dinámica de la economía cartagenera y sus impactos sociopolíticos, como explica Libardo Sarmiento A. en el libro “Cartagena de Indias: el mito de las dos ciudades”, publicado por el Observatorio Derechos Sociales y Desarrollo.
Me imagino una ciudad al sur funcional al ordenamiento geográfico segregacionista donde las poblaciones populares, mayoritariamente afrocolombianas, son arrojadas a la periferia, cada vez más alejadas de los centros de poder y de riquezas, con una industria de producción que obtiene materia prima y fuerza de trabajo a bajo costo y preferencias en materia de impuestos, lo que la hace ser competitiva.   
Sueño con que todo esto sea un cuento chino o sólo de este hombre que escribe a quien su abuela materna apodó “El Chino”, porque tenía el pelo menos rucho que el de sus hermanos.

*Lingüista, Literato y Comunicador para el Desarrollo

puntos_de_encuentro@hotmail.com

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