Cronometrados y en orden alfabético llegarán los presidentes a la Cumbre de las Américas, once minutos desde el aeropuerto Rafael Núñez hasta el hotel destinado. Este privilegio que entre otras es una ilusión de movilidad, vía despejada y despojada de obstáculos: sin cráteres, basura, motos, taxis, lastimosamente sólo lo podrán disfrutar los foráneos mandatarios con su personal de seguridad, comitiva, acompañantes, policías y ambulancias.
Los residentes debemos ser obedientes, lavarnos la cara y resguardar la mojosera en nuestras casas. Es entendible que una ciudad apoteósica, de cara brillante y cuerpo aseado sea el lugar perfecto para recibir a sus visitantes.
Recoger a los indigentes, vendedores ambulantes, cachivaches y perros callejeros para reubicarlos de manera mágica y momentánea, pasaría a ser una medida justa si fuera prolongada para siempre con seriedad y responsabilidad por parte de los gobernantes, dándole a los menos favorecidos una oportunidad. Cualquiera merece una vida digna en su quehacer cotidiano. Recuerdo que el 25 de marzo-2012, en la página principal de El Universal nos mostró: Indigentes se apedrean por un pedazo de pan encontrado en una basura. Mi madre, que estaba leyendo el periódico lanzó un grito acongojado, -Dios mío, esto no puede estar pasando en pleno siglo XXI, seguramente, evocó el dolor y el hambre que le tocó padecer en la II guerra mundial a la edad de 9 años. Ella me cuenta, que siempre lloraba y lloraba porque tenía hambre y no había comida. Esa imagen de sí misma no la ha podido borrar de su recuerdo.
Si, los mandatarios se reunirán con el fin de establecer acuerdos y compromisos en cinco aspectos relevantes para la región, como la integración física, acceso y uso de tecnología, desastres naturales, la seguridad ciudadana y la reducción de la pobreza.
Soy optimista, deseo éxitos en este encuentro. Sin embargo la experiencia me demuestra que los papeles resisten todo lo que se quiera plasmar en ellos y los puntos discutidos pasan a ser actos protocolarios cundidos de contentillos que a la hora de la verdad en la praxis no dejan de ser sofismas de realidades crudas carentes de soluciones.
Claro que son importantes las Cumbres, dan rimbombancia a la ciudad, caché, categoría, vende imagen, los hoteles, restaurantes y negocios se benefician, la seguridad se eleva a la máxima expresión y todos los medios de comunicación multiplican la noticia todo el día. No estoy en desacuerdo que esta ciudad mueva todos los hilos para los magnos eventos que aquí se condensan, eso nos queda en la memoria, en la piel, en las entrañas y, eso es lo que deben tener presente las administraciones que rigen nuestro destino y el de la ciudad.
Imaginar a la ciudad para los días de la Cumbre de las Américas, según lo planeado por el señor Alcalde Campo Elías Terán, es sentir que todo es posible cuando se le mete alma, pecho, vida, ganas y verraquera, compromiso, honestidad para los casos reales y ciertos en miras a la consolidación para lograr que Cartagena sea una digna representante para todos los que la habitamos. Lo preocupante, después de que partan los encumbrados es seguir viendo a la ciudad postrada, sucia, abandonada, insegura, desordenada, confusa en el día a día.
*Escritora
licorcione@gmail.com
www.lidiacorcione.blogspot.com
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