Columna


De ex presidentes (5)

JAIME ANGULO BOSSA

14 de mayo de 2011 12:00 AM

JAIME ANGULO BOSSA

14 de mayo de 2011 12:00 AM

Recordemos que a Rojas Pinilla el Senado lo declaró indigno y luego de ser rehabilitado en 1966 fue exaltado como candidato presidencial en 1970 con votación superior a la de su contendor Misael Pastrana Borrero, según muchos rapada de forma fraudulenta en los escrutinios finales. Esto prueba que si un Presidente condenado por el Senado pudo después ser honrado por el pueblo aunque no ganara, es presumible que el absuelto, Samper, ya cosa juzgada, tenga más opción de serlo y triunfar. Lo planteo a quienes lo odian visceral y paranoicamente y nada le perdonan, pero soportaron en su época sin protestar, como hoy también, las rectificaciones dadas en el caso de Rojas menos contundentes que la absolución de aquel. Lo que prueba, además, que la derecha cuando por fundamentalismo apela al condenado y no al absuelto como a Rojas frente a Samper, esgrime la moral religiosa o política más allá de la ley al suponerla cómplice de quienes según sus obispos y caciques la violan.
¿Por qué la izquierda democrática y no el centro-izquierda como ideología? Siguiendo a Cervantes, no sentiré la tonta vanagloria de creer que poseo la razón absoluta cuando me digo partidario de aquella. ¿O es que acaso olvidé la frase del levantino condenatoria de la vanidad cuyo texto, “la alabanza propia envilece”, tiene el filo de la guillotina? Por eso afirmo que la tengo pero relativa, sujeta al riesgo de que por carecer de validez real se caiga mi argumentación. Mientras ello ocurre, como liberal no guardo otra afinidad sino con la izquierda democrática dado que esta es propia del auténtico liberalismo colombiano,  custodio histórico de tan alto valor del pensamiento.
Lo dicho implica que respecto de los ex presidentes liberales he de mantener mis críticas a Gaviria y mostrar interés por lo que exponga Samper. Como desde 1943 –hace 68 años- aprendí de Gaitán que el verdadero liberal debe seguir las ideas centrales del Partido, en este caso las de izquierda democrática, y no las desviaciones centristas y centro-derechistas del fulanismo perfumado de sus miembros que las violen por ilustres que sean, cabe saber si las defendidas por el centro-izquierdismo causan confianza doctrinaria o  evidencian sospecha de que muchos de sus profesantes históricamente huyen de la izquierda, presurosos por aquellas, y se quedan en el centro que para reinar imita con artimañas las mutaciones de la crisálida. En el caso del pensamiento, miles de centro-izquierdistas deliberadamente o no pierden su capacidad de lucha contra las injusticias y desigualdades, misión central de la parte izquierdista de su credo, y la sustituyen por la esterilidad de la nada propia del centro restante que manda por ser cabeza, pasando de activistas de una política al menos evolucionaria, de cambios progresivos ya económicos, políticos y sociales dentro del Estado Social de Derecho logrados pacífica y legalmente por la concepción libertaria e igualitaria de la sociedad, a contemplativos castrados del proceso evolutivo ordinario cumplido por inercia desde el centro donde los políticos nada ponen de sí, dedicados como están a mirarse embelesados el ombligo y terminar como vergonzantes aliados de la derecha encubierta en el dicho e inocuo centro que los maneja a su gusto.

*Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU.

jangossa3@gmail.com

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