Columna


De gays y L.G.B.T.

RODOLFO DE LA VEGA

09 de abril de 2011 12:00 AM

RODOLFO DE LA VEGA

09 de abril de 2011 12:00 AM

Frecuentemente leemos noticias y artículos en los que el enfoque central es la intolerancia y la segregación que gran parte de la población asume hacia los homosexuales o, dicho de una manera más global, ante los miembros de la comunidad L. G. B. T. o transgeneristas. A veces el tema se extiende al derecho a contraer matrimonio individuos del mismo sexo y de adoptar niños para criarlos en esos hogares.Creo que la inmensa mayoría de los colombianos opina que debe respetarse la inclinación de cada quien. Si la tendencia es buscar pareja (permanente u ocasional) los homosexuales masculinos o femeninos (lesbianas), tienen toda la libertad de hacerlo.
Lo que a muchos disgusta es el exhibicionismo callejero que tampoco es bien visto cuando se trata de heterosexuales. Una cosa es la tendencia sexual y otra el pudor; entendido éste como honestidad, modestia, recato.
Un titular de “El Tiempo” registra: “Riña de policías y travestis prende debate de vecinos”. Según la información, vecinos de la carrera 15 con calle 102 de Bogotá llamaron a la policía para quejarse de exhibicionismo y atraco. Al acudir una patrulla de la policía hubo enfrentamiento con unos travestis. Los miembros de L. G. B. T. se quejan de la forma ofensiva como los policías los trataron.
A decir verdad a muchos nos sorprende la forma como las costumbres han cambiado en pocos años. Creo sinceramente que debemos ser respetuosos con la conducta social de aquellos que no se afilian al esquema tradicional, o sea, la unión o la simple atracción entre hombres y mujeres, mediante la cual, se traen a este mundo nuevos seres humanos. Apartando la cuestión moral, el sexo es una trampa que nos tiende la naturaleza para lograr que la especie no se extinga. Los seres humanos, a diferencia de los animales, alrededor de esa atracción han establecido reglas en defensa de la familia y protección de los niños.
De sobra sabemos que la relación entre personas del mismo sexo puede tener todas las características de amor; no sólo carnal, sino espiritual. Pero es evidente que no prospera en ellas el nacimiento de hijos. Pero, en fin, es evidente que en materia de tolerancia y respeto se ha avanzado mucho.
A través de los tiempos se vienen usando eufemismos para llamar a los homosexuales. Hay quienes les llaman sodomitas en memoria de la ciudad antigua destruida por la cólera divina. Y lesbianas en alusión a Lesbos la isla donde Safo, la poeta, formó su grupo de mujeres literatas.
Para ilustrar como han cambiado las cosas, quiero referirme a un caso ocurrido en los años de mi adolescencia.
Había en Cartagena un Comandante de la Policía que consideraba su obligación perseguir y castigar a los homosexuales que anduvieran por calles y plazas haciendo pública su demostración de su afeminamiento; labios pintados, cejas sacadas, peinados exóticos y vestimenta insinuante. En una batida llevaron al comando a un grupo de los de hoy llamados “gays”. En presencia del comandante de guardia éste preguntó al que más se destacaba: “Y a ustedes, ¿Por qué los han traído aquí?. –El aludido respondió: “Señor comandante dizque porque semos maricas”. El comandante le corrigió: “Semos no. ¡Somos!”.- El gay muy risueño comentó: “Ay comandante yo no sabía que usted también”.

*Asesor Portuario

fhurtado@sprc.com.co
 

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