Columna


De la Cumbre y sus bemoles

MARTHA AMOR OLAYA

16 de abril de 2012 12:00 AM

MARTHA AMOR OLAYA

16 de abril de 2012 12:00 AM

La Cumbre de las Américas ha sido sin duda el evento político más importante acontecido en el país. Permitió una alta exposición de nuestra ciudad en los medios de comunicación más connotados del mundo, lo cual, en materia publicitaria, vale todo el dinero que puedan imaginarse.
El free press, que se refiere a “mojar prensa sin pagarla”, es la ganancia más sustancial que la Cumbre le deja a Cartagena, sobretodo porque la vocación turística de la ciudad demanda una importante inversión en publicidad para la que normalmente no habríansuficientes recursos si siendo sensatos priorizáramos las necesidades de nuestro corralito.
Sin embargo, hay que decir que si hubiera existido una mejor gestión de nuestros mandatarios locales,hubiéramos tenido muchos más beneficios por la realización de la Cumbre. Por tanto, las incomodidades a las que fuimos sometidos hubieran sido todo un satisfactorio sacrificio en favor de Cartagena.
Pero desafortunadamente nuestro papel termina siendo más el de idiotas útiles que el de los dueños de casa por falta de liderazgo y de gobernantes hábiles en el manejo de la negociación y la planeación estratégica.
La improvisación vistió sus mejores galas y así fuimos testigos de sus salidas en falso a la hora de advertir sobre las restricciones que se impondrían al ciudadano. La idea del transporte público sólo hasta el Pie del Cerro durante la semana de la Cumbre, fue el abrebocas de toda suerte de desinformaciones que para lo único que sirvieron fue para acrecentar el inconformismo y la frustración ciudadana.
Luego vino el adefesio en la Plaza de la Paz, a lo que nuestro mandatario no atinó sino a decir que la gente estaba feliz tomando café y que los inconformes eran unos pocos. El valor simbólico y estético fue desestimado. La normativa paisajística, patrimonial y del espacio público no sólo fue ignorada sino transgredida. A nuestro alcalde le pareció muy bien, concedió el permiso para profanar espacios sagrados: el de la Paz y el de los Mártires. Ayer fusilados y hoy atropellados por autos cero kilómetros en la colonización del capitalismo sin alma.
Lo más insólito fueron las declaraciones del alcalde en torno al corte que se hizo en el Castillo San Felipe para empotrar la tarimade uno de los eventos de la Cumbre. El alcalde dijo que por ser un bien de la Nación no tenía injerencia en ello,que no podía hacer nada. ¿Y ahora quien podrá defendernos? Exacto, contamos con la astucia de Chapulín Colorado, por suerte.
Después se supo lo de los petardos y qué dolor, el orgullo de cumplirle al continente se empaña con la tristeza de la inseguridad insuperada, de la presencia de terroristas que se resisten a desaparecer.
Y como en todo, lo mejor pasa de agache. La Cumbre de los Actores Sociales, fue ejemplo de integración y trabajo colectivo continental. Las ideas y el trabajo de hormiga sostenido desde el alma, retumbaron en los corazones de quienes jamás pierden la esperanza. Jóvenes, indígenas, afro, sociedad civil tejiendo los puertos seguros que sostienen al mundo.
Queda la duda de los títulos colectivos que se otorgaron en Palenque y Boquilla: ¿presos del subdesarrollo? Reflexión digna de un análisis serio.

* Comunicadora social-periodista

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