Columna


Dear Mr. President

CLAUDIA AYOLA ESCALLÓN

12 de abril de 2012 12:00 AM

CLAUDIA AYOLA ESCALLÓN

12 de abril de 2012 12:00 AM

Si no ves perros callejeros es porque los recogieron, así que no te confundas, esto es Latinoamérica, y si no ves gamines contra el panorámico de tu carro, pidiéndote plata dizque para un pan, es porque también los recogieron. 
Hay unos que están felices con tu visita porque eres afro.  La gran mayoría de la gente en la ciudad es afro también, pero aquí hay algunos que aún creen que estamos en la esclavitud. No te la dejes montar de nadie, tú también tienes derechos. 
Si los estudiantes de la universidad pública no se manifiestan en estos días, es porque los mandaron de vacaciones. Controladitos, en sus casas. El año pasado el movimiento estudiantil demostró que está vivo. Te hubiese encantado ver sus protestas con arte y sin violencia.
Estas medidas de seguridad no son sólo para ti, también son por Shakira y los otros mandatarios. Dicen que hay como 400 francotiradores, imagínate. Y muchos policías por todos lados. Yo digo que tanto policía suelto te puede asustar, vas a creer que estás en un país en guerra. 
Pero mira tú que un policía encargado de la seguridad de la Cumbre, se disparó a sí  mismo en el Castillo San Felipe el lunes pasado, con su arma de dotación y delante de toda la gente. Nadie se pregunta por la salud mental de la Fuerza Pública, como si eso no fuese importante.
Se dice que vas a dar tu apoyo a la reparación de las víctimas del conflicto armado.  Di que te cuenten cómo es que están matando a la gente cuando reclama su tierrita. 
Sin embargo, Dear Mister President, con la seguridad ni me quiero meter, no sea que me malinterpretes y creas que era mejor la era Uribe, o que resuelvas irte antes de tiempo porque sientas temor. Tranquilo, en Colombia no te pasará nada. Aquí somos buenos, lo máximo que querrán de ti es un autógrafo o que financies algo. No más armas, Dear Mister President. Si vas a meterte la mano en el bolsillo que sea para la educación, es la única forma de salir de pobres.
La mayoría va a ser amable contigo, casi serviles. No se van a lavar la mano después de tu saludo. Aquí la gente es un poquito regalada, eso sí. Me queda difícil explicarte qué quiere decir “regalada” porque no me alcanzan los 3 mil caracteres de esta columna. 
Se han vuelto medio locos con tu visita.  Algunos ya hablan de la Obamanía. Tu vestimenta impondrá la última tendencia de la moda. Hay quienes dicen que eres el mejor gobernante que ha tenido la ciudad, porque en unos cuantos días lograste arreglarla. Sin duda, exageran.
Cuando llegó Clinton sembraron unas palmeritas justo por donde él pasaba. Ya sabes, para que se viera todo bonito. Cuando la visita se fue, las palmeritas murieron. Eso fue hace ya varios años. La gente quedó molestísima. Pero Clinton volvió un día que ya no era Presidente. Caminó frente al Banco de la República y la gente se moría por saludarlo.  Este pueblo no guarda rencor y ajá, Clinton no tenía la culpa.
Vuelve cuando puedas, Cartagena es la ciudad del mundo, a veces poco de los cartageneros.

*Psicóloga

claudiaayola@hotmail.com

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