Columna


Deschavetados

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

21 de julio de 2012 12:00 AM

AUGUSTO BELTRÁN PAREJA

21 de julio de 2012 12:00 AM

Comenzamos a registrar las primeras actuaciones de Chávez con mucha simpatía. Su pinta parecía la de los nuestros: jugaba al béisbol y a defensor de los humildes. Creía ser una fusión de Odiseo y Ayax, del Padre Bolívar y Piedad Córdoba. Le roncaba al imperialismo, desafiaba al Fondo Monetario, cantaba boleros y contaba chistes. Después fue generoso con su petróleo, o tal vez lo entregaba a otros a cambio de vergonzosa sumisión.
Pero cada logro lo perturbaba y cada acto de aparente reivindicación popular insuflaba un ego pendenciero. Suprimió al Congreso y eligió otro obsecuente. Cancela la “caduca” Constitución sobre la cual juró, requirió leyes “habilitantes” y facultades omnímodas que lo acabaron de consagrar.  
Se desbordaron sus hacedores de leyes. Concentraron la autoridad en el Monarca, y a él sometieron todos los órganos de control. Modifica el sistema de justicia y cambia a quienes lo ejercen. Se establecen nuevos trámites y normas de procedimiento. Después amordazó los sindicatos y la prensa, para terminar de alumno de Gadafi y Fidel.
Purga los tradicionales empleados públicos. Los altos cargos son proveídos con un criterio donde capacidad y eficacia no cuentan. Aquello de que cada torero con su cuadrilla, lo excede. Sargentos dirigen hospitales, y parientes empresas industriales del  Estado, aduanas e impuestos. Pero solo nos inquietó cuando quiso intervenir en nuestra nación, y lo peor, continúa haciéndolo.
Después nos hicimos de la vista gorda, y tratamos de superar prejuicios contra nuestro vecino. Su penosa enfermedad nos conmovió. Olvidamos agravios y amenazas. Quizás era más civilizada e inteligente la estrategia hipócrita de armonizar la relación. La diplomacia santafereña creía manejar a quien quiere tener como “sucursales” otros países.
Se acabaron los insultos y las amenazas, pero no les ha pagado dineros pendientes a los exportadores. El cantante de la FARC sigue dando un do de pecho en una Cámara de Oficiales del Táchira y el secretariado en pleno se reúne bajo la sombra de un Samán “bolivariano”. Nuestra frontera con Venezuela ha sido un burladero donde se refugian los “matadores” después de cada faena. Aquí está la tropa insurgente, allá los altos mandos guerrilleros.
Por la “vía del diálogo” parece que es peor. Chávez no nos paga, no nos compra y, no nos respeta. Persisten los ataques a la población civil para después refugiarse allá. Gentes de la frontera extorsionadas, cuando no asesinadas. La gran prensa no lo publica porque es noticia conocida.  
El presidente Santos debe estar indignado con estas escaramuzas sistemáticas de la narcoguerrilla. No nos interesa si en Venezuela aclaman o derrotan a Chávez, pero rechazamos que desde allá quieran perturbarnos con  toda impunidad.
A quienes ven a Chávez como un líder de la izquierda progresista continental, les conviene reflexionar sobre cuál es su ideología expansionista. No queremos pelear, pero cada día es más difícil una amistad que utiliza a su amaño. Sólo recibimos de regreso, retorica y que no nos haya vuelto a amenazar con sus aviones Sukhoi. Con la amistad de Chávez se empeoró la seguridad. Ah…; y vamos a perder la chaveta; o ¿ya la perdimos?.

*Abogado, Ex Gobernador de Bolívar y Ex parlamentario

augustobeltran@yahoo.com

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