Amanecí con ganas de decir la verdad sobre el parroquialismo con que los cartageneros han visto, hasta este año del Bicentenario, el 11 de noviembre de 1811 respecto de Colombia, salvo algunos como yo, y lo digo sin vanidad pero con pesar, que en 2010 escribí varias columnas para reivindicarlo. Sólo ahora, tarde para muchos, se busca que tanto el Distrito como la Academia de Historia confronten lo irreal del 20 de julio con lo cierto del 11 tendiente a descubrir dicha verdad, aunque a los oncenovembrinos se nos amenace con denunciarnos por violar las leyes 60 de 1873 y 39 de 1907 consagratorias de dicho 20, riesgo ya desvanecido porque el propio Jefe del Estado admitió el 11 como fecha real de la independencia nacional en severa oración pronunciada con fuerza de cosa juzgada en Cartagena el pasado 22 de julio. Las palabras del Presidente Santos, dichas en acto militar con motivo del bautizo de la patrullera “ARC 11 de noviembre”, fueron estas:
“Nuestra Alcaldesa ha venido diciendo hace mucho tiempo que el 11 de noviembre es la verdadera fecha de la independencia de Colombia –y no pocos historiadores le dan la razón- porque la independencia absoluta de España fue un 11 de noviembre aquí en Cartagena. Y por eso le han puesto ese nombre a esta patrullera. Un 11 de noviembre que demostró el valor, el coraje de nuestros compatriotas y que realmente, a partir de ese día, la independencia fue absoluta. De manera que, mi querida alcaldesa, usted tiene mucha razón, y este próximo 11 de noviembre no va a ser un 11 cualquiera, va a ser el Bicentenario, ni más ni menos”.
Lo dijo el Presidente de la República, no el ciudadano Juan Manuel Santos, sino aquel a nombre de todos los colombianos por su condición constitucional de Jefe de Estado, esto es, de los amigos del 20 de julio bogotano y del 6 de agosto momposino de 1810, y obviamente del cartagenero 11 de noviembre de 1811, y no de reducido grupo de historiadores, sino del intelectual grande o pequeño que por tal se tenga. Se pone así, oficialmente desde la cumbre del Estado, punto final a la disputa histórica entre defensores regionales de unas y otras fechas, circunstancia que nos da pie a los cartageneros no sólo para pedir el reconocimiento del 11 por el país todo, sino para exigir con firme derecho y sobrada razón que dicha fecha sea aceptada sin más discusiones por los que nunca se convencen de lo probado y buscan que instancias imposibles acepten sus irreales pretensiones.
Lo ocurrido tiene claro origen en la brillante labor que la Alcaldesa Judith Pinedo Flórez ha adelantado desde su despacho, asesorada en esos términos por inteligentes funcionarios como Rafael Vergara Navarro y otros que la sirven con lealtad. Incansablemente, la Jefe del Distrito logró que el propio Presidente Santos asimilara por verdaderos sus argumentos y los de quienes hemos asumido igual posición, ¡hete aquí que de su propia voz salió triunfante el 11 como día de la independencia nacional y nadie puede borrarla ni decir que no la oyó!
El dicho texto presidencial, estatalmente consagratorio del 11 como día de la independencia nacional, debe tenerse de modo oficial por la Alcaldía y el Concejo como memoria cumbre de la ciudad y escribirse en uno de sus históricos muros para que perdure.
*Abogado, catedrático, ex Representante, ex Senador, ex Gobernador, ex embajador ante la ONU.
jangossa3@gmail.com
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