Columna


El Almirante admirado

RICARDO VÉLEZ PAREJA

13 de febrero de 2012 12:00 AM

RICARDO VÉLEZ PAREJA

13 de febrero de 2012 12:00 AM

A este bogotano de nacimiento lo conocí por allá a finales de los años sesenta en alguna fiesta que en aquel entonces se organizaban en los salones de la Escuela Naval de Cadetes de Cartagena. Los civiles los llamábamos botellitas de leche y nos disputábamos los bailes con las chicas cartageneras. Con el tiempo este personaje fue ascendiendo en su carrera militar a la cual perteneció durante 37 años hasta llegar a ser el comandante de la ARC y Almirante, hoy en uso de buen retiro a partir de finales de 1998.
Se trata de Edgard Romero Vásquez, quien para su fortuna se casó con una cartagenera bella como Mirta Castillo, con quien tuvo tres hijos y ahora con cuatro nietos. Desde hace muchos años perdió el hablado “cachaco” y acogió el acento cartagenero, así como muchos modismos y costumbres de esta tierra que lo acogió desde el principio como a un hijo más, muy querido y admirado por los cartageneros y colombianos.
Su vida la ha dedicado en esencia a su familia, a cultivar amigos en esta ciudad y sobre todo a estudiar e investigar científicamente las tecnologías marítimas militares. Es ingeniero Naval de la escuela Naval de Cadetes “Almirante Padilla” donde se graduó con laureles y Bachelor of Sciense in Electronic Enginering de la U.S. Naval Postgraduate School Monterrey, California, obteniendo el título de Master y en la U.S. Naval War Colege Newport Rhode Island, Doctor en Filosofía (PHD) de la School of Administration and Management en la Columbia Pacífic, University en San Rafael, California.
Su servicio y amor a la patria ha sido una constante. También impulsó el desarrollo de la infraestructura y talleres de la Base Naval para el mantenimiento, operación e innovación del sistema de buques y armas de la ARC y lideró el proceso para resucitar la vieja y liquidada CONASTIL y transformarla, ya en manos del estado, en la nueva empresa para reparación, mantenimiento y construcción de naves de Defensa y transformarse en la importante Corporación de Ciencia y Tecnología para el desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (COTECMAR) que acaba de fabricar la primera patrullera cien por ciento colombiana la ARC 20 DE JULIO.
Él ha tenido una carrera brillante e intachable como académico, científico, militar y operativo, haciendo importante aportes tecnológicos que le significaron – para orgullo de él y su familia – que la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia (ACAC) le entregara el 24 de Noviembre de 2011 en la Cámara de Comercio de Bogotá el Premio Nacional al mérito científico en la categoría de vida y obra.
A una pregunta que le formulé sobre el orden público, contestó “Me preocupa – como a todos los colombianos – que el orden público llegue a deteriorase a pesar del esfuerzo y el sacrificio que hacen el Gobierno y las Fuerzas Militares a quienes la inseguridad jurídica y fallos como el del palacio de Justicia y la insensata y absurda de hacer pedir perdón a las FFMM por actuar contra unos delincuentes, pues por lógica las FFMM pueden esperar que el “premio” a su lucha actual sea similar”.
Larga vida y mucha salud física y espiritual para nuestro admirado almirante ® quien sobre todo es un hombre de inmensa calidad humana.

*Abogado, escritor y docente

rivelpa@yahoo.com

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