Columna


El Buen Pastor

JUDITH ARAÚJO DE PANIZA

29 de abril de 2012 12:00 AM

JUDITH ARAÚJO DE PANIZA

29 de abril de 2012 12:00 AM

Jesús es el Buen Pastor. “Yo soy el Buen Pastor, el buen pastor da la vida por sus ovejas*”. Con esta hermosa parábola Jesús explica su misión, entregar su vida para salvarnos y darnos vida abundante. Jesús busca a las ovejas salidas del redil para conducirlas nuevamente a su rebaño. Eso hace con nosotros, porque desea salvarnos, que vivamos en la gracia y algún día disfrutemos el cielo junto a Él. Él mismo es la puerta del rebaño, para protegernos del lobo, el mal, el pecado, que nos quita la vida espiritual.
Las lecturas de hoy reafirman el amor de Dios, nos ama como a sus “hijos”, nos conoce, protege e invita a confiar en su amor y misericordia. Para eso nos dio a su Hijo Jesús, la piedra angular, “ningún otro puede salvar, bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos”*.
Hoy agradecemos a Dios por los sacerdotes. El sacerdocio es una vocación importante para salvar las almas. Quienes siguen este llamado descubrieron el amor de Dios en su vida y tienen una relación estrecha con Jesucristo, están dispuestos a darlo todo por servirlo. Gracias a los sacerdotes, podemos tener a Jesucristo en la Sagrada Eucaristía y el Sacramento de la Reconciliación, muy importantes para reconciliarnos con Dios, pues es el mismo Jesucristo presente en medio de la humanidad, quien opera en ellos, quien prometió que estaría con nosotros hasta la consumación de los tiempos.
En la celebración hace unos días del cumpleaños del Papa Benedicto XVI, el director de la Sala de Prensa, el sacerdote jesuita Federico Lombardi, agradecía a Dios por la vida del Papa, “quien con gran fuerza, gentileza y fe guía a la Iglesia hacia el centro de su misión: la prioridad de la atención a Dios, a la relación del hombre con Dios, a la dimensión trascendente de la vida y a la personalidad de Jesucristo, como el revelador del verdadero rostro de Dios”.
El Papa se refería a dos santos cuya celebración coincide con su cumpleaños y quienes han influido en su vida de fe, Sta. Bernardita Subirous, vidente de Lourdes, de quien admira el corazón sencillo, la mirada simple del corazón, capaz de ver lo esencial; y San Benedicto José de Labre, quien tuvo claro que: “solo Dios basta y que quien sigue a Dios puede eliminar las fronteras, porque para Dios todos somos hermanos, hacemos parte los unos de los otros, que la unicidad de Dios significa al mismo tiempo la hermandad y la reconciliación de los hombres, el desmantelamiento de las fronteras que nos unen y nos curan”.
Los cristianos conduciremos las almas hacia el Buen Pastor, para que con el testimonio de fe, esperanza y amor, vivamos los mandamientos en comunión con Dios, con alegría el ser sus hijos, transformando la vida en la sociedad con la fraternidad y el amor.
Roguemos a Dios porque nos envíe pastores, que sigan verdaderamente la voz del Buen Pastor y que ayuden en la labor de conducir almas a Él y que todos, desde cualquier función en la sociedad, seamos también ejemplos de seguimiento y confianza en Jesucristo.

*Jn 10, 11-18; 1Jn3, 1-2; Hch 4, 8-12

*Economista, orientadora familiar y coach personal y empresarial.

judithdepaniza@yahoo.com

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